La Sociedad Iberista, con el apoyo de EL TRAPEZIO, ha celebrado su evento anual este sábado en Madrid con motivo del Día del Iberismo, en el que han asistido iberistas de diferentes puntos de la Península. El evento ha incluido ponencias, debate, la presentación -en exclusiva- del libro Ocho objetivos para fortalecer la Alianza Ibérica, una actuación de fado por parte de Laureana, rayana portuguesa, y una cena de confraternización. En su discurso inicial, Adrián Gebé, coordinador de Sociedad Iberista, ha reivindicado que el Premio Luso-Español de Arte y Cultura fuera otorgado para asociaciones o personalidades iberistas. “¿Qué iberismo están premiando los gobiernos de España y de Portugal?”, se ha preguntado Adrián.
En las bases del premio se afirma que el Premio se concederá al conjunto de la obra de un candidato (individual o colectivo) cuya acción en el campo de las artes y la cultura haya contribuido significativamente al reforzamiento de los lazos entre los dos Estados y al incremento del conocimiento recíproco de la creación en sus distintas facetas. “Aunque no tengamos el cheque ni el reconocimiento oficial, tenemos algo mucho más valioso: una ciudadanía ibérica despierta, generosa, que no espera a que le den, sino que da. Que no se resigna, sino que actúa”, afirma Gebé.
Jesús Callejo ha señalado la semejanza de las leyendas del Gallo de Barcelos y el de Santo Domingo de la Calzada. Entre las historias más bizarras se queda con la coronación póstuma de Inés de Castro como reina de Portugal por su esposo, el rey Pedro I. Y como personaje ha destacado a Enrique el Navegante. Por otro lado, Callejo ha defendido que la unión entre España y Portugal tenga más fuerza que las alianzas históricas con terceros países. Esa unión, añade, trae prosperidad y fuerza. Asimismo, ha reconocido a Antero de Quental como un gran iberista y ha mencionado lugares mágicos ibéricos como el Convento de Cristo en Tomar, el Palacio da Pena de Sintra o el Monasterio de Guadalupe.
Ocho objetivos para fortalecer la Alianza Ibérica
En el marco de la presentación del libro, Pablo González Velasco, coordinador de EL TRAPEZIO, ha argumentado que el clásico dilema entre “realismo e idealismo no necesariamente es excluyente, pero sí tenemos que tener claro -y esto sirve para diversas ideologías- que hay que partir de la realidad (cooperativa) existente y proyectarnos al ideal. Y no al revés”. En el ámbito del idealismo, según el coordinador de EL TRAPEZIO, “el sebastianismo y el quijotismo pueden servir para la intuición, el entusiasmo y el sentimentalismo, del mismo modo que la utopía alimenta las artes, el futurismo y la literatura, pero en la política del día a día tenemos que ser pragmáticos. La realidad es que gran parte del programa iberista (la disolución de la Raya en tanto que frontera dura) se cumplió con la entrada conjunta a la UE; esto es algo positivo independientemente de la valoración que tenga cada uno de la UE. Y lo consiguió un iberista confeso como Fernando Morán”.
Para González Velasco, la alianza ibérica es la mejor opción: “Hay que desarrollar un reformismo iberista para evitar el primer gran problema que es entrar a este debate -en Portugal- como un elefante en una cacharrería. Por eso es importante reducir los prejuicios, el paternalismo naíf y la asimetría de información, algo que es prioritario para EL TRAPEZIO, un paradigma que deberían copiar los medios de masas”. Por su parte, Pablo Castro, coautor del libro, ha defendido que un Consejo Ibérico es “perfectamente posible como desarrollo del Tratado de Amistad; su función sería seguir el cumplimiento de los acuerdos de las Cumbres anuales de los gobiernos, donde se acuerdan todo tipo de cuestiones importantes, que posteriormente no se cumplen o se hacen deficientemente”.
El Consejo Ibérico es la reivindicación más importante del movimiento iberista. Según Castro, “tendría un coste próximo a cero pues se aprovecharían los funcionarios de ambos países que ya prestan servicio en los países”. Propone que tenga “un presidente no ejecutivo de carácter representativo, una personalidad tipo José Saramago, que aportase prestigio y visibilidad a la institución. La parte ejecutiva sería llevada por un equipo funcionarial de ambos países, dotado de poderes delegados por los estados para el cumplimiento real de los Acuerdos alcanzados en las cumbres”.
Por último, ha considerado que los sistemas educativos en la UE tienen que converger, pero en la península ibérica podrían ser muy próximos. Para empezar este proceso, desde el movimiento iberista se pide que “se homologuen los títulos académicos de forma automática de acuerdo a un catálogo predefinida que establezca las correspondientes equivalencias. El objetivo es eliminar la frontera en los aspectos de titulaciones académicas y profesionales, algo en que todo el mundo está de acuerdo, que constituirá un beneficio concreto para la ciudadanía, y que se puede hacer fácilmente; se requiere únicamente voluntad política”, ha sentenciado Pablo Castro.
En próximos días se divulgará el vídeo del evento. Después del verano, concretamente el 23 de octubre, EL TRAPEZIO organizará la presentación oficial del libro Ocho objetivos para fortalecer la Alianza Ibérica en el Hogar Extremeño de Madrid.