El gerente de la Axencia Galega de Emerxencias (AXEGA), Marcos Araújo Pereira, está convencido de que deben «difuminarse las fronteras» para la atención de catástrofes. Una idea que empezó a trabajarse hace diez años con el programa «Ariem» (Asistencia Recíproca Interregional en materia de Emergencias), que ha ido unificando equipos y protocolos entre Galicia, Portugal y Castilla y León. Desde entonces, se han normalizado las intervenciones conjuntas en una franja de 20 kilómetros de un lado a otro de la frontera. El objetivo es que acudan los profesionales más cercanos ante una emergencia en la Raya, con independencia de si son españoles o portugueses.
Las principales actuaciones que se han llevado a cabo estos últimos años son la búsqueda de desaparecidos, rescates y la lucha contra los incendios forestales. Para ello, se han incorporado sensores térmicos, detectores de humo, miles de radios, drones, vehículos y embarcaciones, además de elaborar un mapa de riesgos en la zona fronteriza. Los equipos de emergencias han pasado de un contacto casi inexistente a compartir imágenes por cámara y comunicarse diariamente.
Esta colaboración fluida se ha trasladado también a la población, mediante acciones formativas que el programa «Ariem» ha impartido en centros escolares. Con todo, la Xunta de Galicia sigue trabajando con el Norte de Portugal en el desarrollo de aplicaciones para la monitorización de actuaciones en tiempo real. Desde el Ejecutivo gallego quieren seguir ampliando equipos e implantando tecnología; corrigiendo los errores o problemas que han podido detectar con la experiencia sobre el terreno.
