El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa, se han reunido este sábado en Madrid para protagonizar la charla «Política energética europea. El caso de la península ibérica». Un acto en el marco del XXVI Congreso de la Internacional Socialista, en donde Sánchez asumirá la presidencia (el primer presidente español) de la organización, la cual agrupa a 132 partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas. Un evento en el que se ha mostrado al mundo la buena sintonía ibérica, en donde se ha destacado que el socialismo luso ha tenido importantes aportaciones a la socialdemocracia moderna.
La crisis energética y el cambio climático han sido los ejes que han centrado la mesa de diálogo, en donde se ha incidido en la necesidad de que España y Portugal tengan un volumen mayor de energía renovable a corto plazo. Sánchez y Costa están convencidos de que este nuevo modelo energético no sólo permitirá mayor soberanía, sino que es una clara apuesta contra la desigualdad. En este sentido, Sánchez ha declarado: «En nuestro proyecto político incorporamos la inclusión, la integración social y territorial».
Costa también ha apelado a la visión global que se tiene desde la península, en donde la solidaridad debe ocupar un papel central en estos momentos, ayudando a los países más desfavorecidos a progresar en la digitalización y transición ecológica. África tendrá un papel muy importante en este nuevo tiempo, han afirmado. Y la península está llamada a reforzar sus conexiones con Iberoamérica en innovación, investigación y extracción de litio.
Pedro Sánchez ha reivindicado junto a António Costa el término «ibérico» como sinónimo de «solución». El presidente español ha expresado que las «utopías ibéricas siempre son buenas», como la posibilidad de que la península se convierta en el principal proveedor de hidrógeno verde de la Unión Europea; pudiendo aplicar la «excepción ibérica» a otras áreas en el futuro.