Portugal ha dado un paso importante en la modernización de su infraestructura ferroviaria con el inicio del proyecto de la Línea de Alta Velocidad entre Oporto y Lisboa. «Infraestruturas de Portugal», el gestor ferroviario del país ha lanzado el concurso público internacional para la construcción del primer tramo de 72 kilómetros entre Oporto y Oiã (Aveiro).
El trazado propuesto ha generado controversia, ya que provocará la demolición de un centenar de viviendas, y ha suscitado protestas sociales y vecinales. Además, durante la misma sesión de aprobación, ha salido adelante una moción para atender a las necesidades de las poblaciones y municipios afectados.
El primer tramo de la línea, que unirá Lisboa y Oporto y se extenderá hasta Galicia, incluye la reforma de la estación intermodal de Campanhã, un nuevo puente sobre el río Duero y una estación en Gaia con enlace al metro. Se espera que este tramo esté en servicio antes de 2029, permitiendo reducir los tiempos de viaje entre ambas ciudades a 120 minutos. La segunda fase del proyecto, que se prolongará hasta Carregado, cerca de Lisboa, está en proceso de elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y la adjudicación de las obras se espera para después del verano de 2024. La línea de Oporto a Vigo, sin embargo, avanza a un ritmo más lento, con solo el 10% del trazado en marcha.