Albert Martínez Lacambra es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Barcelona y en Derecho por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Tiene una amplia trayectoria profesional en la gestión financiera y de equipos, dentro del sector público y privado, así como en el mundo emprendedor nacional e internacional, en ámbitos de servicios y actividades, estando siempre muy vinculado a la transformación digital.
Previamente a su incorporación como director general de Red.es, era director general de AGBAR en Cataluña y consejero delegado de Aguas de Barcelona. También ha sido consejero delegado de Aquagest Services Company, empresa que gestionaba las tecnologías de sistemas de información y cadena de suministro para las empresas del grupo.
Desde el año pasado, es el director general de Red.es, empresa pública adscrita a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. En esta entrevista, abordamos los principales proyectos que está desarrollando al frente de Red.es, con el lanzamiento del Kit Digital como primer gran impacto de su gestión.
¿Cómo se posiciona España, en el contexto de la Unión Europea, en la digitalización de la actividad económica y empresarial? ¿Podemos hablar de atraso, uno de los estigmas que persiguen la historia de nuestro país?
Todo lo contrario, en el ámbito de la digitalización no podemos hablar de atraso. Aunque somos conscientes de que aún quedan pasos importantes por dar, vamos por buen camino. Sin ir más lejos, según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales DESI de 2022, España es el séptimo país más digitalizado de la Unión Europea, situándose dos puestos por encima frente al dato de hace un año.
Además, somos el tercer país europeo con mejor conectividad y destacamos en términos de digitalización de la Administración Pública. Ahora es el turno de impulsar la capacitación digital y la digitalización de las pymes. Aquí tenemos un camino por recorrer y seguir avanzando y ese es nuestro compromiso para los próximos meses.
¿Qué incidencia real están teniendo y cree que pueden tener los programas Kit Digital que ha lanzado Red.es?
Nuestras medianas y grandes empresas presentan muy buen índice de productividad con respecto a otros países europeos, pero donde tenemos espacio de mejora es en el segmento de empresas por debajo de 50 empleados que, además, suponen el 51% del empleo de nuestro país. No hay duda, de que incorporando el factor de digitalización, la productividad mejorará, por eso el programa Kit Digital es una oportunidad única.
En este momento, la digitalización ya es un elemento incuestionable, sobre todo, como decía, por la productividad. La digitalización de nuestra economía y nuestro tejido productivo es un proceso imparable y necesario, se trata de una verdadera revolución que supone un cambio de paradigma orientado a poner lo digital en el centro de un modelo productivo más eficiente, sostenible e inclusivo.
Por tanto, es imprescindible que las pymes aprovechen esta oportunidad para solicitar la ayuda de Kit Digital. Es una oportunidad única y tenemos que conseguir que las pequeñas empresas y los autónomos entren en la senda de la digitalización. Su futuro pasa por esa digitalización. No podemos permitir que dejen pasar esta oportunidad porque perderían muchas posibilidades de crecimiento y evolución.
Entre todos, tenemos que hacer que esos 3.067 millones de euros, de los que está dotado el Programa, lleguen a las empresas, al tejido productivo.
Desde Red.es hemos conseguido lanzar tres convocatorias de Kit Digital en solo siete meses. La primera y la segunda ya activadas en marzo y septiembre respectivamente, y una tercera que se ha abierto la semana pasada dirigida a empresas de menos de tres empleados.
El funcionamiento de la primera y la segunda convocatoria de Kit Digital está siendo muy bueno, eso se refleja en el número total de solicitudes que hemos recibido y seguimos recibiendo. Del primer segmento, pymes de entre 10 y menos de 50 trabajadores, ya hemos recibido más de 77.000 solicitudes y en el segundo tramo de empresas, aquellas de entre 3 y menos de 10 empleados, las peticiones han superado, hasta la fecha, las 53.000 peticiones en poco más de un mes.
Estamos intentando agilizar al máximo la gestión, teniendo en cuenta que hay solicitudes que tienen que subsanar y para eso hay unos plazos legales. Actualmente, el 100% de las empresas que cumplen los requisitos y ha solicitado la ayuda de Kit Digital en ambas convocatorias, están recibiendo la ayuda. Aprovecho para mandar un ruego a todos los empresarios interesados para que cumplimenten correctamente el formulario. A pesar de que no pedimos apenas papeles para solicitar la ayuda de Kit Digital, hacemos muchísimas comprobaciones, no olvidemos que se trata de ayudas europeas, y nos estamos encontrando con algunos errores que hacen que la solicitud tenga que ir a subsanación y se ralentice la concesión del bono digital. Para evitar esto, es necesario que todo esté correctamente presentado.
¿En qué sectores ha detectado que hay más carencia y dificultades para implementar la digitalización?
El impacto del Covid está siendo tremendo, pero ha dejado clara la necesidad de la digitalización. En todos los sectores con los que nos hemos reunido hay una predisposición absoluta a avanzar en este camino y tenemos una gran oportunidad en los fondos europeos. Es cierto que hay sectores completamente digitalizados y otros más tradicionales, pero también en estos, como los sectores agrarios por ejemplo, hemos detectado un enorme interés por modernizarse e incorporar las tecnologías a sus procesos productivos. Al final, no debemos olvidar que el programa Kit Digital proporciona soluciones básicas de digitalización, por lo tanto, ayuda a las pequeñas empresas y autónomos a iniciar su camino hacia la digitalización.
La Inteligencia Artificial (IA) es el reto tecnológico que aparece en el futuro inmediato. ¿Es ello asumible para las pymes, que constituyen el vector fundamental de la economía española?
La inteligencia artificial es una realidad y, además, es una oportunidad frente a la que existe una responsabilidad compartida entre el ámbito público y privado sobre el modo en que la incorporemos a nuestro sistema. Al decir que se trata de una oportunidad es preciso señalar que hay estudios que apuntan que en las próximas décadas los países que no apuesten por la inteligencia artificial podrían ver reducido su potencial de crecimiento económico en un 50%. Este dato es muy significativo y demuestra que nuestro tejido empresarial debe tomar la iniciativa y diferenciarse del resto de competidores en un mercado globalizado. Solo en la última convocatoria de inteligencia artificial que publicamos desde Red.es, de ayudas para proyectos de investigación industrial y desarrollo experimental en IA y su integración en las cadenas de valor, se presentaron casi 1.200 solicitudes y de ellas el 75% eran pymes.
Esto significa que vamos internalizando en nuestro tejido productivo la necesidad de la IA.
¿Qué proyectos tiene previsto desarrollar Red.es para fomentar la implementación y uso de la IA?
En Red.es estamos trabajando en el desarrollo de tecnologías digitales para impulsar la digitalización de las empresas acelerando los procesos de inclusión de la IA y otras tecnologías habilitadoras en sus procesos productivos.
Actualmente, tenemos en curso una iniciativa de Inteligencia Artificial que busca financiar proyectos de investigación industrial y desarrollo experimental con tecnologías digitales. La iniciativa contempla medidas por valor de 105 millones de euros en el ámbito tecnológico. Los proyectos deben enfocarse a iniciativas como internet de las cosas, biometría e identidad digital, blockchain o robótica, entre otras.
Se trata de una iniciativa que se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) y es una de las medidas de la agenda España Digital 2025, así como del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta estrategia está dotada de 330 millones en 2022 y tiene previsto invertir 600 millones.
Por otro lado, desde Europa tenemos un importante papel que desempeñar para lograr una IA ética y humanista, en la que la ciudadanía tenga un papel relevante y pueda ejercer sus derechos. En lograr ese objetivo, que seguramente tendrá un valor diferencial, juegan un papel fundamental todos los actores implicados en la aplicación de la inteligencia artificial, ya que de ellos dependerá en buena medida que se integre en nuestra vida y se ponga al servicio de la ciudadanía.
