En uno de los últimos eventos de la Presidencia portuguesa del Consejo de la UE, los ministros de Finanzas europeos se han encontrado en Lisboa en una Cumbre presencial. Tanto el Eurogrupo como el Ecofin se han reunido en Lisboa. El primero corresponde a los ministros de Economía y Finanzas de la Zona Euro y el segundo al conjunto de la Unión Europea, incluyendo los ministros que no forman parte de la Zona Euro.
Durante dos días han discutido los planes de recuperación, el crecimiento económico y el mecanismo de emisión de CO2. Este encuentro presencial, el primero desde hace meses, ha sido elogiado por todos los presentes que deciden el destino del dinero en Europa.
Sobre los planes de recuperación, que suman 750.000 millones, Portugal espera ver su plan aprobado en junio, pero Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión ha alertado que este proceso, que condicionará las inversiones y las reformas en la próxima década, no es simple y demorará unos dos meses.
Respecto a cuánto tiempo se va a seguir permitiendo la política de estímulos, la vicepresidenta española Nadia Calviño se ha mostrado confiada en que la suspensión de los límites del gasto se mantendrá también a lo largo del 2022. Es una decisión que la Comisión Europea propondrá a principios de junio. “Confío y todo apunta a que será una posición que continúe la recomendación de política fiscal y monetaria expansivas, de apoyo a la recuperación económica durante el año 2022”, ha afirmado Nadia Calviño.
La ministra ha destacado también que las perspectivas de crecimiento son positivas tanto para España como para el resto de países de la zona euro. El PIB español será el que más crecerá este año y el siguiente, lo que le permitirá recuperar los niveles prepandemia a finales del 2022. “Esto quiere decir que lograríamos en menos de tres años lo que tardamos más de diez años en conseguir para salir de la crisis financiera anterior”, ha dicho Calviño.
El Eurogrupo tiene “gran optimismo” pero aconsejan prudencia. Las previsiones macroeconómicas de primavera muestran un crecimiento 4,3% en la zona euro y de 4,2% en la Unión Europea, y de 4,4% el año siguiente. Bruselas ha alertado de la dependencia excesiva a las ayudas a sectores económicos que pueden conllevar riesgos presupuestarios.
