El Trapezio

¿Qué esperar del próximo Foro China-CELAC? Expertos analizan oportunidades para América Latina

Este martes, en la ciudad de Pekín, se celebrará la IV Reunión Ministerial del Foro China-CELAC. Este espacio, que se lleva a cabo desde el 2014, busca promover el desarrollo y la cooperación entre ambas regiones. Aunque no es estrictamente una cumbre presidencial, los mandatarios de Brasil, Colombia y Chile participarán junto al presidente chino, Xi Jinping, quien pronunciará el discurso en la apertura. 

Esta próxima edición llega en medio de una guerra arancelaria entre el país asiático y Estados Unidos, iniciada bajo la administración Trump. EL TRAPEZIO ha conversado con Rebecca Ray, Investigadora académica sénior del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston y Gilberto Aranda Bustamante, doctor en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile, para recoger sus expectativas sobre el próximo Foro y los temas claves del momento para América Latina en su relación con China. 

La postura de América Latina ante la “guerra arancelaria” Estados Unidos – China

Para Rebecca Ray, los países latinoamericanos no han optado por alinearse exclusivamente con una de las potencias, sino que han preferido mantener una postura abierta y pragmática frente al nuevo escenario geopolítico.

Explica que las economías de la región están profundamente integradas a las cadenas globales de valor y dependen de múltiples actores. Por ejemplo, Brasil importa agroquímicos de Rusia, maquinaria de Estados Unidos, y exporta carne y soya a China. “Decirle a Brasil que tiene que escoger entre socios que están compitiendo entre sí es totalmente ilógico”, comenta. 

Para Gilberto Aranda, América Latina se encuentra entre dos potencias en pugna, lo que genera tensiones pero también la oportunidad de buscar alianzas fuera de esa lógica binaria. Subraya que el interés regional es afianzar relaciones con socios que ofrezcan garantías de cooperación y continuidad, como China. 

Aranda plantea que este foro puede ser un espacio clave para promover una “diversificación concentrada”, una forma de diversificar socios sin dispersar esfuerzos, y que países como Brasil, Colombia y Chile están en una posición privilegiada para articular una agenda regional más cohesionada.

El riesgo de que América Latina sea la plataforma de reexportación hacia Estados Unidos

Ray reconoce que existe preocupación por el desvío de mercancías excedentes chinas, especialmente productos como el acero, debido a la caída de la demanda interna en China. “Hemos visto que varios países sudamericanos, incluyendo Brasil, han abierto investigaciones anti-dumping al acero chino”, menciona. 

Sin embargo, considera que el riesgo de que América Latina se convierta en una plataforma de reexportación hacia Estados Unidos es bajo, particularmente por las cláusulas restrictivas de tratados como el USMCA (Estados Unidos–México–Canadá). Ray afirma que las economías sudamericanas no están bien posicionadas logísticamente para funcionar como plataformas hacia el mercado estadounidense, por lo que las inversiones chinas en la región suelen enfocarse en el mercado local o regional.

Gilberto Aranda también toma el tema con cautela. Señala que aunque América Latina no sea el único destino potencial, la región sí podría absorber parte de ese excedente, en parte porque Estados Unidos tiene menos capacidad para bloquear este tipo de comercio indirecto. “Frente a eso, Estados Unidos puede hacer menos, puede ejercer presiones menos eficaces que en programas concretos o inversiones específicas”, señala. 

La Nueva Ruta de la Seda o Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR)

Rebecca Ray explica que cada país tiene sus propios intereses y motivaciones al integrarse a la IFR. Señala que Colombia, por ejemplo, estaría interesada principalmente en atraer inversión china para desarrollar infraestructura verde y avanzar en su transición energética.

Enfatiza que esta integración puede facilitar proyectos clave en energías renovables, como energía eólica en las costas colombianas, gracias a las ventajas chinas en costos, tecnología y velocidad de inversión. También menciona el caso de Honduras, que se unió a la iniciativa buscando inversión en energía renovable, aunque enfrenta mayores obstáculos internos. Ray sugiere que la IFR también podría impulsar una mejor conectividad regional, citando el caso del puerto de Chancay en Perú.

Por su parte, el experto Gilberto Aranda subraya que la creciente presencia de China en América Latina no es reciente, pero sí se ha intensificado y diversificado en los últimos 25 años, a través de comercio, inversión y tratados estratégicos. 

Afirma que países como Chile y Perú ya tienen vínculos comerciales consolidados con China, particularmente en sectores como minería y energía, y que la IFR formaliza y amplía esas relaciones. Sin embargo, advierte que “eso mismo los ha colocado en una mirilla de tensión respecto a Estados Unidos”, que históricamente ha considerado la región como su área de influencia.

¿Qué esperar del próximo Foro China-CELAC?

Para Rebecca Ray, este Foro no será un espacio para grandes anuncios de inversión o préstamos, como ocurrió en ediciones anteriores. En cambio, espera que sirva como una etapa más en un diálogo sostenido y maduro entre China y los países de la CELAC.

Además, menciona la posibilidad de avanzar en la desdolarización parcial del comercio mediante el uso de monedas locales o el yuan chino, como ya ocurre entre China y Brasil. Esta medida, dice, podría ayudar a los países latinoamericanos a reducir su exposición a las fluctuaciones del dólar estadounidense.

Gilberto Aranda espera que el Foro no se limite a una reunión protocolar, sino que sirva para consolidar la relación con China en áreas clave como comercio e inversión, especialmente en un contexto de crecientes tensiones internacionales.

Reconoce que avanzar con China requiere un delicado equilibrio, dado que muchos países de América Latina aún mantienen vínculos estrechos con Estados Unidos. Por ello, insiste en la necesidad de evitar reacciones geopolíticas innecesarias mientras se afianza la cooperación.

También valora que países como Brasil, Colombia y Chile participen activamente en el Foro, lo cual refuerza la representación sudamericana en un momento clave.

El experto concluye que más que desglobalización, lo que se vive es una “globalización segmentada”, lo que obliga a la región a explorar nuevas fórmulas de integración como el minilateralismo o la diversificación de alianzas estratégicas.

Salir de la versión móvil