Los dilemas de la Eurociudad Puerta de Europa

Uno de los retos del movimiento cívico ibérico es que el Gobierno español se interese por la Eurociudad Puerta de Europa

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¿Desarrollismo o integración? Es quizá el principal dilema de la futura Eurociudad Puerta de Europa. Tras superar los plazos burocráticos para constituirse en Agrupación Europea de Cooperación Territorial, la Eurociudad Puerta de Europa, formada por Almeida, Vilar Formoso, Fuentes de Oñoro y Ciudad Rodrigo, va a ser aprobada definitivamente en la segunda quincena de octubre, días antes de la próxima Cumbre Ibérica.

No obstante, el dilema desarrollismo o integración no deja de ser un espejismo porque ambos tienen que ir de la mano. Y el espacio donde se dan la mano es en la comunicación y el marketing: para crear un sentido de pertenencia común entre eurociudadanos, generar sinergias económicas y maximizar la coordinación institucional. De hecho, desde el momento en que se establecen servicios comunes (un objetivo de consenso y esencial de toda Eurociudad) hace falta que haya integración cultural. Es precisamente, en el ámbito de la comunicación y el marketing, donde más insiste la propuesta de EL TRAPEZIO, presentada a las instituciones que forman parte de la Eurociudad y al periodista António Reinas de la Radio Fronteira.

Hay que felicitar a todas las partes por llegar al acuerdo de la Eurociudad. No obstante, el consenso de mínimos inicial del proyecto de la Eurociudad Puerta de Europa comienza simplemente como un instrumento para captar fondos europeos para que se establezcan empresas y creen empleo. Esta es la visión del Ayuntamiento de Fuentes de Oñoro, lo que fue aceptado por Almeida y Ciudad Rodrigo, porque estas ya tienen un Consorcio Transfronterizo de Ciudades Amuralladas, cuya visión de turismo integrado funciona muy bien. Vilar Formoso, recordemos, es dependiente administrativamente del Ayuntamiento de Almeida.

Almeida, Vilar Formoso y Ciudad Rodrigo sí que se han mostrado dispuestos a ir más allá de un modelo desarrollista, dando un salto a un modelo integracionista, que es el que defendemos desde EL TRAPEZIO, por ser altavoz de los que quieren una relación más estrecha entre Portugal y España. Son los portugueses rayanos quienes se muestran más permeables a un hibridismo cultural ibérico y a liderar soluciones conjuntas. Almeida y Ciudad Rodrigo incluso plantearon incorporar el Consorcio Transfronterizo de Ciudades Amuralladas dentro de la Eurociudad, pero Fuentes de Oñoro no quiere que la Eurociudad asuma el reto del turismo; prefiere que se concentre en el estímulo empresarial. Esperemos que el debate social y la realidad del crecimiento del número de portugueses residiendo en Fuentes de Oñoro, por los mejores precios de vivienda y de artículos básicos de consumo, ayuden a modificar esta visión.

Uno de los retos del movimiento cívico ibérico es que el Gobierno español se interese por la Eurociudad Puerta de Europa. En la última Cumbre Ibérica, a diferencia del Gobierno portugués, el Gobierno de Pedro Sánchez no quiso dar una relevancia simbólica a esta histórica frontera. Motivos pueden ser varios: los Ayuntamientos no son socialistas; existen las Comunidades Autónomas como escalón intermedio; o, quizá, el más probable, es que, para los portugueses, Vilar Formoso es “La Junquera” de Portugal, mientras que, para los españoles, Fuentes de Oñoro es una frontera totalmente desconocida y escasamente mencionada en los medios de comunicación. En ese sentido, el Gobierno de España tiene la oportunidad, con la aprobación definitiva de la Eurociudad Puerta de Europa, de resarcir -con un apoyo explícito- lo que no fue apoyado el año pasado en Guarda.

Sea bienvenida la Eurociudad Puerta de Puerta.

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