Cerca de 50 de personas participaron este lunes en un simulacro de extinción de incendios desarrollado en el entorno de la base de Rosinos de la Requejada, en el marco del proyecto de cooperación hispanoluso Interreg Ariem, para mejorar la lucha coordinada contra los incendios forestales. Tras un largo trabajo de cooperación entre Valladolidad y Braganza, se realizó este ejercicio práctico que duró dos horas.
Participaron técnicos y agentes medio ambientales del Servicio Territorial, el helicóptero de Rosinos con la brigada helitransportada, una cuadrilla en tierra, un camión autobomba y un hidroavión del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación. En este operativo participaron representantes de la Autoridad Nacional de Protección Civil de Portugal, voluntarios de Bomberos de Braganza y miembros de la Guardia Nacional Republicana.
El comandante Operacional distrital de la Autoridad Nacional de Protección Civil, João Noel Afonso, afirmó que «los fuegos no tienen frontera. Pasan de un lado a otro y no piden permiso a nadie. Felizmente el protocolo de intervención se ha alargado a 25 kilómetros a ambos lados de la frontera».