«Aquí nunca ha habido frontera. Aquí está Portugal; aquí está España, pero esto es un pueblo»

La histórica aldea de Río de Onor vuelve a ser la excepción en las fronteras.

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Los Gobiernos de Portugal y España han decidido hacer una excepción, en el cierre de fronteras, con el pueblo ibérico de Río de Onor. Desde esta semana, estos ciudadanos rayanos han pasado a tener el «privilegio» de poder cruzar la frontera para realizar trabajos agrícolas los miércoles y sábados, durante dos horas, entre las 9:00 y las 11:00 horas.

El español Luis Miguel, que tiene propiedades y animales en Portugal, ha conseguido cruzar con su tractor para realizar trabajos agrícolas, por primera vez, desde que cerraron las fronteras debido a la pandemia de la Covid-19. Luis vive en el lado español de la histórica aldea comunitaria de Río de Onor, en Bragança, y, al igual que otros habitantes de ambos lados de la Raya, la vida se divide entre Portugal y España. Tiene ovejas y colmenas en terrenos alrededor de la aldea, y el único camino que tenía para pasar con el tractor ha sido bloqueado con vallas y precintos por las autoridades. Todo esto, en una región en donde el único paso autorizado es, actualmente, en la frontera de Quintanilla, en Bragança.

«Este es el único camino que tengo, no tengo otro, así que tengo que pasar por aquí», cuenta Luis Miguel, el primero que ha aprovechado la excepción para pasar a Portugal con el tractor cargado de fardos para las ovejas. A pie, los habitantes de ambos lados mantienen el día a día, sin limitaciones. Así es como Luis ha minimizado el problema de los trabajos agrícolas en las últimas semanas, pero sin el tractor no ha sido posible hacer lo necesario. Asegura que ya se le han muerto «más del 60% de los enjambres». Estima que «ha perdido entre seis y nueve mil euros en un mes», sin contar la miel que no va a producir, y los enjambres que tiene que reponer. Quién le paga la hipoteca y alimenta a su familia durante todo el año, es la pregunta que deja en el aire.

Luis vive en Rihonor de Castilla, y asegura que no recuerda unas circunstancias iguales; incluso cuando existían las fronteras físicas nunca se le había impedido a los dos pueblos relacionarse y circular. «Aquí nunca ha habido frontera. Aquí está Portugal; aquí está España, pero esto es un pueblo», señala; apuntado a ambos lados de la aldea. El suegro es español, la suegra portuguesa, y tiene propiedades en ambos lados. Asegura que «el 60% de los terrenos españoles son de portugueses, y lo contrario en Portugal».

Excepción para cruzar la frontera

La autorización para pasar dos veces por semana con el tractor de un lado a otro «es una facilidad», pero dos horas «es poco» tiempo, y tiene que correr para conseguir hacer los trabajos agrícolas. El español subraya que, a pesar de las medidas necesarias para la prevención de la pandemia, el acceso, en cuestión, «no deja de ser un camino agrícola, y el tractor no lleva el coronavirus». «Y yo tampoco, llevo tres meses sin salir de este triste pueblo, sin cruzarme con nadie, las primeras personas sois vosotros», declaró; dirigiéndose a los periodistas portugueses y españoles que hoy han acompañado la apertura temporal de la frontera. También ha alertado de cómo será para el pueblo – con 14 personas del lado español, y unos 50 del portugués – si se produce otra ola pandémica en otoño; la época de la recogida de la castaña; la vendimia, y la recolección de la miel.

Los Gobiernos de Portugal y España han reconocido las particularidades de Río de Onor, donde «la actividad del día a día transcurre como si fuera una única aldea», ha señalado el comandante distrital de la GNR de Bragança, Carlos Felizardo. Para reducir al mínimo las restricciones impuestas por el restablecimiento de las fronteras, Portugal y España han accedido a las peticiones de los entes locales de ambas partes para que exista una excepción, y se permita el acceso a los terrenos y el cuidado de los animales. La apertura temporal está controlada por la GNR y la Guardia Civil y, hasta el momento, sólo tres habitantes han solicitado autorización, dos españoles y un portugués. «Las personas están debidamente certificadas para pasar; las autoridades tienen la relación de las personas y de los vehículos autorizados», ha aclarado el comandante de la GNR; indicando que otras solicitudes, en las mismas condiciones, podrán ser autorizadas siempre que se justifiquen.

Otros núcleos urbanos ibéricos sin excepcionalidad

Sea porque no han tenido suerte o porque no han presionado lo suficiente, otros núcleos urbanos rayanos no tienen esa excepcionalidad en su movilidad. En la aldea El Marco, situada sobre La Raya del Alentejo/Extremadura, hay famílias que han quedado separadas. Esta aldea está situada a tres kilómetros de La Codosera (Badajoz), y posee el puente internacional es más pequeño del mundo (3,2 metros de largo; 1,45 metros de ancho). En el caso de las ciudades vecinas de Fuentes de Oñoro (Salamanca) y Vila Formoso (Beira Alta; Portugal), existen varias calles, compartidas por ambos municipios, que están cortadas por el cierre de fronteras.

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