Tras una reunión con el Madrid Foro Empresarial, el alcalde de Madrid Martínez-Almeida ha asumido algunas de sus propuestas, como el AVE Madrid-Lisboa, al que ha agregado la conexión con Valencia para «unir el Mediterráneo con el Atlántico».
Almeida considera a Madrid y Lisboa «dos ciudades hermanas» cuyo»intercambio comercial es cada vez más abundante».
Tema tabú en Portugal
El primer ministro portugués António Costa declaró el pasado agosto que el tren de alta velocidad de Lisboa a Madrid es un tema «bastante tóxico» em Portugal, incluso un «tabú», pero que «en su momento es una discusión que volverá al país. No ya como una discusión sobre el enlace Lisboa-Madrid, sino como una inserción en el conjunto de la red de alta velocidad en la Península Ibérica».
António Costa valoró que «no está manifiestamente maduro, ni hay condiciones económicas ni financieras en el próximo marco comunitario para que este tema surja. En siete años, eventualmente, es un tema que puede volver».
Los gobiernos de José Sócrates y de José Luis Rodríguez Zapatero lograron un acuerdo en 2009 para que esa conexión de alta velocidad fuese una realidad en 2013, pero llegó la crisis económica y esa conexión fue víctima de los recortes de la inversión pública en infraestructuras. Para los nuevos gobiernos portugueses el AVE dejó de ser prioritario por no haber consenso de Estado en lo que se consideraría una pérdida de soberanía la conexión de alta velocidad con Europa a través de Madrid.
Actualmente existe una plataforma extremeña Extremadura en Red, liderada por Antonio García Salas, a favor del Corredor del Sudoeste Ibérico para justificar la importancia estratégica y económica, tanto para España como para Portugal, de una línea ferroviaria de media y alta velocidad de mercancías y personas entre sus capitales, con paradas en sus regiones fronterizas, actualmente aisladas de los centros económicos y políticos.