El confinamiento vivido en Portugal a principios de este año ha hecho que la economía lusa haya tenido la mayor contracción de Europa. El INE portugués ha registrado una caída del 3,3% en el primer trimestre, lo le situa en un PIB trimestral de 46.641,1 millones de euros. En el cuarto trimestre de 2019, Portugal tuvo un PIB de 51.342,6 millones. Para volver a estos niveles, la economía tendrá que recuperar 5.000 millones de euros. Para que este proceso se logre, y sin contar con la «bazuca» económica, el Gobierno espera que la actual reapertura no tenga ningún retroceso y que el plan de vacunación continúe a un ritmo creciente.
En España, aunque no se ha sufrido tanto en el primer trimestre de 2021, ya que la caída ha sido de sólo el 0,5%, el choque de 2020 (la caída del -10,6% fue la mayor de la Unión Europea) coloca a España al lado de Portugal, como dos de los países que más tienen que caminar para recuperarse económicamente. En el norte, el impacto económico ha sido mucho menor que en el sur de Europa y el banco holandés ING ha advertido de que Portugal puede tener una recuperación más lenta que los otros Estados.
En la actualidad, la economía portuguesa está un 9% por debajo de la cifra registrada en 2019, antes de la llegada de la pandemia. Si China ya se ha recuperado del shock y los Estados Unidos están a punto de alcanzar los niveles de actividad registrados en la prepandemia, la Unión Europea todavía está lejos lograr este objetivo. Los economistas creen que esto no ocurrirá hasta el próximo año, aunque en Lituania el PIB ya se ha recuperado totalmente.