La sardina ibérica ha logrado el sello azul de sostenibilidad del Marine Stewardship Council (MSC), un hito histórico al ser la primera vez que se concede de manera conjunta a flotas de España y Portugal. La certificación abarca a 317 embarcaciones -185 españolas y 132 portuguesas- junto con 15 organizaciones de productores y asociaciones del sector, que han trabajado de forma coordinada para demostrar que la pesca cumple con estándares internacionales de sostenibilidad, bajo criterios de salud del stock, mínimo impacto ambiental y gestión transparente.
Este reconocimiento es fruto de un plan plurianual (2021–2026) que regula cuotas, vedas y límites a la captura de juveniles, así como de una cooperación científico-técnica entre el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Instituto Portugués do Mar e da Atmosfera (IPMA). Tras años de sobreexplotación, la biomasa de la especie se ha recuperado significativamente gracias a fuertes reducciones del esfuerzo pesquero y al seguimiento de organismos y ONG que conforman la Comisión de la Sardina en Portugal. En 2025, la cuota total asciende a 51.738 toneladas, con un reparto del 66,5 % para Portugal y del 33,5 % para España.
El impacto de la certificación trasciende lo ecológico. Conservas portuguesas como las de Matosinhos y exportadores españoles apuntan a un mayor reconocimiento internacional y mejores precios en mercados exigentes como los nórdicos o EE. UU. Además de reforzar el valor cultural de la sardina en la Península, el sello MSC fortalece la posición ibérica en el comercio global de productos sostenibles. La certificación tiene una vigencia de cinco años, sujeta a auditorías anuales y compromisos de mejora continua, incluyendo mayor control de especies protegidas y trazabilidad del producto.