El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha viajado hasta el continente africano para realizar una visita relámpago a Cabo Verde y Guinea-Bissau. En la nación insular, donde ha estado pocas horas, los principales temas de conversación han sido la CPLP (Comunidad de Países de Lengua Portuguesa), con la confirmación que la Cumbre de Luanda va a realizarse de forma presencial y con todos los jefes de Estado, y la entrega de 24.000 dosis, que permitirán continuar el proceso de vacunación contra la covid-19.
Una visita a Guinea marcada por el cariño y las polémicas
Tras 32 años, un jefe de Estado portugués ha hecho una visita oficial a Guinea-Bissau. Después de Mário Soares, Marcelo Rebelo de Sousa ha aterrizado en el país con un retraso de dos horas, en medio de un «baño de masas». A lo largo de ocho kilómetros y durante dos horas, el presidente portugués ha recibido todo el cariño del pueblo de Guinea antes de iniciar sus compromisos oficiales. El presidente portugués ha considerado este gesto la representación perfecta de la amistad antigua que une a Portugal y a Guinea-Bissau.
De la agenda oficial de esta visita, que ha comenzado con polémica en Portugal, ya que el PAN votó en contra este desplazamiento, se destacan los homenajes a los héroes que lucharon en la Guerra de la Independencia (también conocida como de Ultramar) en ambos lados, así como una visita al Parlamento. Marcelo Rebelo de Sousa ha sido galardonado con la medalla Amilcar Cabral, la más alta condecoración del país. Sobre esta visita, el presidente de Guinea-Bissau ha afirmado que esta presencia es más importante que la de cualquier otro jefe de Estado.
En la casa de la democracia, donde ha tenido la oportunidad de discursar, el PAIGC no ha estado presente, pues cree que la presencia de Marcelo Rebelo de Sousa, un constitucionalista, puede fortalecer el régimen de Umaro Sissoco Embaló, que es acusado (no sólo por la oposición, sino por diferentes grupos de la sociedad) de represión contra periodistas, jóvenes y personas con opiniones diferentes al discurso oficial.
Sobre esta cuestión, Marcelo Rebelo de Sousa ha recordado que Portugal es un país conciliador y plural, y que los políticos son transitorios, las naciones no. Este discurso también ha hecho mención al pasado colonial y a la paz.