El jefe del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, el conservador Luís Montenegro, copresidirán el próximo 23 de octubre en Faro, en la región lusa del Algarve (sur), la 35ª cumbre hispano-portuguesa, la primera que estará encabezada por ambos líderes. En la última cumbre, celebrada en la isla de Lanzarote (Canarias, España) el año pasado, aún estaba al frente del Ejecutivo luso el socialista António Costa, elegido ahora por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) como nuevo presidente del Consejo Europeo.
Sánchez y Montenegro ya han coincidido en diversas citas internacionales y ambos se reunieron en Madrid el pasado 15 de abril y ratificaron su deseo de mantener la buena relación bilateral y defender intereses comunes en el exterior pese a pertenecer a familias políticas distintas. Las cumbres bilaterales se celebran cada año de forma alternativa en cada país y a ella acude también una nutrida delegación por ambas partes compuesta por varios ministros, una lista que en esta ocasión, según señalaron a EFE fuentes del Gobierno, aún está pendiente de ultimarse. Además de abordar de forma general las relaciones bilaterales en diversos ámbitos, se prevé que haya también un análisis de algunos asuntos de carácter internacional como la evolución de la crisis en Oriente Medio. Las infraestructuras entre España y Portugal son una cuestión presente siempre en este tipo de reuniones.
Ante la que se va a celebrar en Faro, el Gobierno de la región española de Extremadura, limítrofe con Portugal, ha pedido que de ella salga un compromiso para que las obras del tren de alta velocidad Madrid-Talavera-Extremadura-Lisboa estén finalizadas en el año 2030. En esa misma línea, el pleno del Parlamento regional de Andalucía ha aprobado una iniciativa del conservador Partido Popular en la que se muestra el apoyo a adquirir un compromiso en el desarrollo de una línea de alta velocidad Faro-Huelva-Sevilla. Otro asunto que se tratará en la cumbre es la ratificación de un acuerdo por el que España y Portugal se comprometen a acordar un régimen de caudales de carácter mensual en el tramo final del río Guadiana.