Un nuevo reto llevará a Guillermo Prieto, especialista en carreras de ciclismo ‘non stop’, a recorrer sin etapas los 1.274 kilómetros que separan, de norte a sur, España de Portugal. Según informa Salamanca24h, este guipuzcoano afincado en Valladolid se subirá este 1 de agosto a su bicicleta en La Guardia (Pontevedra) y no dejará de pedalear hasta llegar a Ayamonte (Huelva). El objetivo es recaudar fondos para el proyecto Fisiomer puesto en marcha por Aspaym, que lleva el servicio de fisioterapia al medio rural. En este caso, los beneficios serán para impulsar una clínica en la localidad zamorana de Villalpando.
La línea que separa la frontera entre España y Portugal, la frontera terrestre más larga entre dos países de la Unión Europea, atraviesa una decena de distritos lusos (Viana do Castelo, Braga, Vila Real, Bragança, Guarda, Castelo Branco, Portalegre, Évora, Beja y Faro) y siete provincias españolas: Pontevedra, Orense, Zamora, Salamanca, Cáceres, Badajoz y Huelva.
Fisioterapia en el medio rural
Guillermo Prieto ha elegido este año Aspaym Castilla y León, organización dedicada profesionalmente a las personas con discapacidad, como destinatario de todos los fondos que recaude en 2021 a través de los retos ciclistas que protagoniza.
En concreto, todo lo que obtenga de esta gesta de recorrer en bicicleta la frontera hisponolusa, irá dirigido al proyecto Fisiomer, que consistirá en llevar la fisioterapia al mundo rural. Es un proyecto que nació en 2015 para el desarrollo de los pueblos y dirigido a la población en general, sobre todo a personas dependientes con o sin discapacidad o a personas de la tercera edad que no pueden llevar a cabo este tipo de tratamientos por residir en este tipo de áreas.
Solidaridad sin límites
Gillermo Prieto realiza, desde el año 2015, pruebas solidarias en forma de retos ‘non stop’ de larga distancia a favor de personas necesitadas. Tras sufrir un accidente de trabajo en 2009 en el que estuvo a punto de morir y en el que perdió parte de su pierna izquierda, comenzó a ver el ciclismo como un refugio y prometió hacer este tipo de carreras cuando se recuperase, en agradecimiento a la segunda oportunidad que le daba la vida.
Educado en los valores de la solidaridad, por eso procura ayudar a quien lo necesita, Guillermo Prieto considera que la inclusión en el deporte es algo necesario y cuando practica ciclismo normalizado se siente como uno más a pesar de su discapacidad (la amputación de una pierna por un accidente laboral).