Portugal se ha ofrecido a hospedar en Castelo Branco, fronterizo con España, uno de los centros logísticos del programa de apoyo europeo contra incendios rurales «rescEU», durante un seminario internacional celebrado en Lisboa. El ministro de Interior luso, José Luis Carneiro, ha explicado que Portugal ha presentado su candidatura para ubicar las instalaciones en Castelo Branco, en la región Centro y limítrofe con la española Cáceres, para albergar tanto medios aéreos como terrestres y humanos.
El centro buscará dar apoyo a los países del Mediterráneo, ha apuntado el ministro, que ha subrayado que, por su localización geográfica, beneficiará también a España. Esta iniciativa forma parte de «rescEU», un programa de la Unión Europea junto a los Estados miembros para establecer una flota aérea permanente de extinción de incendios, entre otros aspectos.
Carneiro ha encabezado junto al comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, un seminario en el que han participado representantes de treinta países para compartir las lecciones aprendidas en el combate a los incendios rurales de 2022 en Europa e impulsar medidas de prevención. Durante al acto, ambos políticos han recalcado la necesidad de aumentar y adelantar los recursos de prevención y combate contra los incendios rurales, que cada vez se producen más meses al año, aumentan su intensidad y ocurren en más países de la Unión Europea.
«Ningún país solo es capaz de enfrentarse a los incendios extremos y por eso tiene sentido reforzar la cooperación entre todos los Estados miembros que integran el Mecanismo Europeo de Protección Civil», ha añadido el ministro. Por su parte, Lenarcic ha manifestado que los incendios registrados en el verano de 2022 destruyeron cerca de 800.000 hectáreas en la Unión Europea, una temporada «en la que se rompieron varios récords» y que ha llevado a varios países a necesitar de ayuda externa.
Por ello, ha destacado la importancia de la «solidaridad» y colaboración vistas el pasado año y defendió el Mecanismo Europeo de Protección Civil y el programa «rescEU», así como los trabajos de respuesta, preparación y prevención. Sobre los fondos necesarios para afrontar el combate a los incendios, Lenarcic ha destacado que «no es un gasto, es una inversión».
«Un euro invertido en la prevención de incendios forestales ahorra diez euros en daños», y el daño del año pasado supondrá un impacto económico de cerca de 2 billones de euros, según sus cifras. «Creo que nos da una imagen clara de lo que es necesario hacer», ha sugerido, y ha aclarado que es necesario «hacer más» a nivel nacional para que los países estén preparados y se ayuden entre ellos.
