Ramón Villares ha pronunciado la conferencia inaugural El iberismo como idea y como proyecto con motivo del IV Encuentro de Academias de Cine Ibéricas, organizado en Barcelona. A partir de los orígenes del iberismo como proyecto político, el historiador gallego ha desarrollado la idea del iberismo cultural como reivindicación de la diversidad cultural en la Península Ibérica.
El catedrático de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela y ex-presidente del Consello da Cultura Galega ha dado una entrevista para la Academia Galega do Audiovisual, donde ha afirmado que “el iberismo ha tendido históricamente a ser más bien una idea que un proyecto, sea político o sea cultural. Que las Academias do Cinema da península empleen la definición de ibéricas para mi es estimulante. Yo no asistí a ninguno de los encuentros anteriores, pero me consta que su concepción iberista es muy sincera y decidida, lo que significa que me merece no solo una opinión positiva, sino que debo felicitar al conjunto de estas Academias por la iniciativa y por el enfoque que le dan a su trabajo”.
Ramón Villares ha agregado que “el lugar del iberismo es difícil de definir. La idea está presente, pero de forma intermitente, en las Cumbres de los Gobiernos, en las declaraciones de algunos dirigentes políticos y, también, de escritores e intelectuales. Las visiones del iberismo, además, son algo diferentes desde cada parte de la frontera: hay más entusiasmo en España que en Portugal, tal vez porque se confunde con absorción o con peligro, según sea el interlocutor. Hay muchos muros simbólicos que derrumbar”.
En cuanto a iniciativas concretas, el profesor señala que hay muchas “en el campo de las relaciones humanas (el tránsito pendular de trabajadores es muy elevado), en las infraestructuras a pesar de la lentitud de la conexión ferroviaria, en las universidades, en la cultura… pero si tuviese que escoger una acción importante y reciente, sería la cooperación transfronteriza, en la que la Región Norte de Portugal y Galicia han sido pioneras en el marco de la Unión Europea y son, a día de hoy, la más activa de todas cuantas se han constituido desde principios de los noventa”.
Villares considera que “Galicia, como ya soñaba Valentín Paz-Andrade, puede servir de puente entre dos grandes culturas como la castellana y la portuguesa y, más allá de eso, las semejanzas galaico-portuguesas permiten un papel de intermediación que hoy se está comprobando en el campo de la empresa y el comercio, los servicios y la investigación. La vida cotidiana va por delante de la vida oficial”. No obstante, apunta a la importancia de la Ley Paz-Andrade que “favoreció una aproximación entra las instituciones culturales, como fue el caso del ingreso del Consello da Cultura Galega como Miembro Observador de la CPLP. Otro campo es el universitario, donde hay una especie de Erasmus entre Galicia y el Norte de Portugal, que tendrá ventajas en el futuro, sobre todo en la permeabilidad de investigadores e intercambios de proyectos entre las siete universidades de la región”.
Bajo su presidencia, el Consello da Cultura Galega firmó un protocolo de colaboración con el Instituto Camões de Portugal “para proyectar la cultura gallega en su sentido amplio”, pero también lo hizo con el Instituto Cervantes, el vasco Instituto Etxepare y el catalán Institut Raimon Llull. El catedrático de Historia ha resaltado que “a través del cine y de la imagen es como se puede llevar a cabo una pedagogía de la diversidad y de la pluralidad cultura: oír las diferentes lenguas peninsulares (con ayuda en el caso del euskera) sería el mejor camino para un iberismo cultural integrador y asumido de modo natural”.
Foto de família de la IV Trobada d’Acadèmies de Cinema de la Península amb l’Academia Portuguesa de Cinema, @avav_valencia @AcademiaCineAst @acacineandaluz @AcademiaGalegaA @ACA_Cineastas i @academiacinecat, a l’@ateneubcn #iberismo pic.twitter.com/ZximJeGOwI
— Acadèmia del Cinema Català – Premis Gaudí (@academiacinecat) May 27, 2021