Sindicatos, ONG de índole ecologista y entidades focalizadas en movilidad han impulsado la Alianza Ibérica por el Ferrocarril, una plataforma que busca que España y Portugal potencien el tren, un modo de transporte «en situación de postración» y habituado a padecer una «desatención crónica». Son 15 las entidades que han constituido esta plataforma, presentada en Barcelona, entre las cuales se cuentan sindicatos como CCOO y UGT, ONG como Greenpeace y Ecologistas en Acción u organizaciones como Promoción del Transporte Público (PTP), Ecodes o Fundación Renovables.
A juicio de la Alianza Ibérica por el Ferrocarril, los Ejecutivos español y portugués deben «poner el acento en el servicio y no en la infraestructura, y en el tren de uso cotidiano, que es el que vertebra territorios y facilita las necesidades de movilidad con equidad social y un mínimo impacto ambiental». «La desatención crónica de las autoridades por los sistemas de cercanías, regionales y mercancías y una focalización casi exclusiva en los sistemas de alta velocidad han motivado que el 80 % del territorio español tenga un mal sistema ferroviario», denuncian las entidades que integran esta plataforma.
De hecho, el cierre de la línea convencional entre Aranjuez, Cuenca y Utiel «ha sido el catalizador» para la constitución de la Alianza Ibérica por el Ferrocarril, según han indicado sus fundadores. Para «remar en sentido contrario», los impulsores de la iniciativa han presentado un decálogo con el objetivo de «ser motor activo a favor de una nueva política ferroviaria en torno a tres ejes principales»: un «urgente trasvase de viajeros y mercancías al modo ferroviario»; «impedir cualquier cierre de líneas de tren» y «construir un modelo común superador del aislamiento ferroviario» (provocado por el ancho de vía ibérico).
Entre las diez medidas propuestas se cuentan establecer «un mínimo de 4 servicios diarios de ferrocarril en cada sentido» donde haya una estación operativa o reforzar el servicio de Cercanías en Asturias, Bilbao, Cádiz, Málaga, Murcia-Alicante, Santander, Sevilla, Valencia y Zaragoza. También se propone multiplicar las licitaciones y «revitalizar» las redes de la antigua Feve y la línea C9 de Cercedilla a Cotos para igualarlos al servicio que ofrecen los ferrocarriles catalanes, vascos, valencianos y baleares.
La creación de un abono que permita usar todos los modos de transporte antes de que finalice 2023, la efectiva integración de la bicicleta en el acceso al ferrocarril y en su uso, un plan de servicios transfronterizos diurnos y nocturnos entre España y Francia y España y Portugal o una mayor coordinación con instancias comunitarias europeas son otras de las propuestas lanzadas en este decálogo. Finalmente, esta plataforma reclama que se haga un plan específico para equiparar el uso de ferrocarril en España y Portugal al de la media europea y urge a establecer una fiscalidad favorable al uso del ferrocarril y de la movilidad sostenible.