Me temo que el lector de ambos lados de la Raya quede algo sorprendido de este título y de primeras no relacione o entienda la segunda parte de esta dicotomía.
Y es que mi patria chica está siendo protagonista en las últimas dos semanas de algunas noticias que tienen alto impacto, sobre todo, Além Guadiana.
Dos ministros del gabinete luso han puesto el ojo en este rinconcito, poniéndolo en el ojo del huracán y el foco mediático.
Y dirán ustedes: ¿dos ministros? Me explico:
El primer protagonista Nuno Melo con la sonada serpiente de verano al pronunciar la manida: «Olivença é Nossa» reafirmando vehementemente la soberanía portuguesas sobre mi municipio.
El segundo, en este caso, segunda, ha pasado muy desapercibida.
El pasado viernes, Maria da Graça Carvalho, ministra de medio ambiente y energía, confirma en el acto de conmemoración del 25 aniversario del Convenio de Albufeira, que a partir de este año los regantes que toman agua de Alqueva «en el lado de España» tendrán que pagar a la empresa portuguesa que gestiona la presa (EDIA), en las mismas condiciones que los regantes «del lado de Portugal«.
A preguntas de los periodistas portugueses, también dejó claro que España no tendrá que pagar 40 millones de euros por el agua tomada -robada según otros- de Alqueva durante los últimos 20 años por los regantes «del lado de España«, alegando cuestiones técnicas continuando: «y, por lo tanto, ponemos una piedra en el tema y vamos a empezar de nuevo«.
Hay que decir que todos los periodistas portugueses se interesaron por este tema y el único español decidió preguntar por asuntos internos, asuntos que cortésmente, y con toda coherencia, rehusó contestar la ministra Riberar: «las preguntas están muy lejos del tema de hoy«. Esta circunstancia demuestra el poco interés que suscitaba el importante aniversario del lado español. Por cierto, Ribera ni siquiera comentó el tema de Alqueva (y tiene sus razones…)
A estas alturas seguro que todavía andan ustedes perdidos. ¿Qué tendrá que ver esto con la segunda parte del título?
Pues, aunque oculto, resulta sencillo: más de la mitad de esos regantes “del lado de España” a los que se refiere la ministra son del término municipal de Olivenza.
¿Sorpresa?
Y es que, en Portugal se ha estado haciendo una pelota informativa sobre este tema desde hace bastante tiempo, que ha pasado prácticamente inadvertida en España.
Las quejas de los regantes portugueses, que pagan una tasa a día de hoy de 4,36 céntimos de euro por cada 1000 litros de agua captada directamente del embalse, frente a los españoles, repito, oliventinos en gran parte, fue tomada por el presidente de la EDIA, Jose Pedro Salema, como una bandera de protesta y reclamación de justicia desde al menos el año 2021, repitiendo un mantra que como veremos, no es cierto:
<<Existem captações do lado espanhol que não estão a pagar a tarifa que os agricultores portugueses têm de suportar. Isso implica algum prejuízo, mas, neste caso, mais do que um prejuízo temos uma questão de justiça muito relevante, porque podemos ter agricultores muito perto, que só por estarem do lado português estão a pagar, enquanto os espanhóis não estão>>.
El Presidente da EDIA garantiza que desde su empresa “pressionado bastante a situação, levantada pela EDIA, há alguns anos atrás.”
Estas declaraciones fueron recogidas por distintos medios de comunicación, entre ellos «Público», uno de los diarios digitales con más seguimiento:
Desde 2001 que os agricultores espanhóis não pagam a água que retiram do Alqueva
Y el regional «Diario do Alentejo»:
Há 20 anos que espanhóis não pagam água de Alqueva
Se sumaron también las declaraciones de los representantes de los agricultores portugueses, repetidas en el tiempo y han ido inflado un globo que tomó sus máximas dimensiones en mayo de 2024, con un reportaje del programa de la RTP A prova dos factos en el que se emiten cortes con un título alarmante: «Portugal e Espanha «em guerra» com a água do Alqueva», programa en el que se mezcla y confunde este asunto con otro en Andalucía que, aunque relacionado con las controversias con los ríos internacionales, nada tiene que ver con esta supuesta falta de pago. Para muestra de este desaguisado, dos imágenes del reportaje:
Los oliventinos conocerán bien el paisaje. Para el resto de los lectores, les explico que esta es la finca oliventina Coitada de Murillo, que no tiene el don de la ubicuidad para estar en Andalucía.
Igual que no son los andaluces los que llevarían supuestamente 20 años sin pagar. Como ya he comentado se trata en gran parte de oliventinos, buen número del término municipal de Badajoz y en menor medida los pueblos de Cheles y Villanueva del Fresno, también en la provincia de Badajoz.
En la primera fotografía se puede apreciar, tras los cultivos, la pedanía de Villarreal y al fondo, Olivenza.
En la segunda fotografía aparece Sara Correia, de la asociación ambientalista portuguesa ZERO, que en la entrevista realizada afirma «não há justificação para captações espanholas de água do Alqueva», siguiendo la senda de lo que se cuenta en su país.
El globo se termina de hinchar cuando el pasado 6 de agosto la ministra Maria da Graça Carvalho declara: (permítanme la licencia de traducirlo)
«España, como es natural, está dispuesta a pagar aquello que nos debe del agua de Alqueva, y así será. Tampoco es una cantidad desde el punto de vista de la dimensión de España, exorbitante. Pienso que son 2 millones por año»
Es cuando en los medios de comunicación lusos, desde la «RTP» hasta «Público», empiezan a manejar la cifra de una supuesta deuda de España de 40 millones de euros con Portugal, por este concepto.
A RTP apurou que em causa estão mais de 40 milhões de euros.
Ministra do Ambiente confirma que Espanha deve 40 milhões por água do Alqueva
Y algún medio español también se hizo eco del asunto, llegando a comprar el relato del robo de agua de España a Portugal en el embalse de Alqueva. «Una especie de pacto que surge tras detectarse una red de desvíos ilegales en la presa portuguesa»
Dos millones para Portugal para compensar el robo de su agua: claves de un acuerdo que España había ocultado
Siento decir que la falta de transparencia en las relaciones luso españolas, y la ausencia de profesionalidad y ganas de investigar de algunos periodistas, hacen flaco favor a la verdad, como demostraré.
Y el globo explota cuando lo pincha la ministra portuguesa el pasado viernes con su borrón y cuenta nueva. Esto es tomado por algunos medios (incluso españoles) como un perdón de la deuda y una injusticia para Portugal, que parece aprovechar cualquier cuestión de este tipo para aparecer como buen vecino y dejar en mal lugar a España y a los españoles (en este caso a muchos oliventinos).
Muestra de ello en otro de los medios más seguidos, el «Diario de Noticias»:
Perdão a Espanha de dívida de 40 milhões é moeda de troca para melhorar caudais dos rios
En el que se comenta el sentir de fuentes cercanas a la negociación:
«Não é o ideal, mas, ao fim de 20 anos sem pagarem nada, é uma espécie de lança em África».
Y «Público»:
Espanha não paga 40 milhões de euros por água do Alqueva. “Pusemos uma pedra sobre o assunto”
Y del lado español:
España se libra de abonar a Portugal una deuda histórica de 40 millones por agua del Guadiana y ahora pagará dos millones al año
Así las cosas, no me queda más remedio que utilizar aquello de «dato mata relato».
Porque nada es lo que parece.
Para empezar, nadie hasta ahora ha mostrado qué norma, acuerdo, pacto o tratado está incumpliéndose por parte de los regantes de la margen izquierda del Guadiana, para que sean tratados como ladrones y delincuentes.
Muchos son mis paisanos y tras investigar el caso, POR AHÍ NO PASO. Lo que es totalmente injusto es que se permita, con el silencio cómplice de la administración española, que se les trate así sin una explicación, razonada y razonable. Empiezo:
Existe una serie de tratados y convenios bilaterales entre Portugal y España que regulan el uso y aprovechamiento de los ríos compartidos. Aunque existen varios anteriores, el de aplicación, por su vigencia actual, es el Convenio y Protocolo adicional entre España y Portugal para regular el uso y aprovechamiento hidráulico de los tramos internacionales de los ríos Miño, Limia, Tajo, Guadiana y Chanza, y de sus afluentes, firmado en Madrid el 29 de mayo de 1968.
En su artículo III contempla que el tramo del río Guadiana del que estamos hablando, que es parte de la cola del embalse de Alqueva, (que no existía ni en planos en la fecha de su ratificación) Portugal se reserva su uso, con una excepción que se confirma en el artículo VI, por el que cada Estado tiene el derecho a derivar el caudal que necesite de ese tramo, para la ejecución de los planes oficiales de riego o de abastecimiento de agua a poblaciones.
De esta forma, en la zona que nos concierne, España, ya desde antes de la firma de este tratado, tenía regadíos programados y ejecutados, y en años sucesivos fue dando concesiones de tomas de riego, mucho antes de la construcción de Alqueva, en aplicación de este articulado.
Cuando se firma el Convenio de Albufeira, en 1998, que complementa la normativa anterior, y profundiza en aspectos de colaboración, intercambio de información y medioambientales, se crea en aplicación de su artículo 22, la Comisión para la Aplicación y Desarrollo del Convenio (CADC), comisión bilateral en la que se irán tratando los asuntos que tienen que ver con la correcta ejecución de las medidas a tomar. Esta comisión sucede en sus atribuciones y competencias a la Comisión de Ríos Internacionales (CRI), creada por el anterior convenio.
Esta comisión ha estado en funcionamiento desde entonces, y sus decisiones se toman por acuerdo mutuo, y son efectivas para ambas partes.
Una de las primeras decisiones que toma, en su segunda reunión, los días 9 y 10 de junio de 2001, denominada Decisión II/06 referente a las captaciones en el río Guadiana en el tramo comprendido entre los ríos Caya y Cuncos, es decir el tramo del que estamos hablando.
Se trataba de regular el funcionamiento de estas tomas, en relación con el derecho de uso de Portugal, los derechos adquiridos de los regantes, y los caudales mínimos pactados en ese tramo, por la aplicación del convenio de Albufeira.
En resumen: el uso de estas tomas no pondría en peligro esos caudales y para ello España soltaría, aguas arriba de este tramo, el caudal necesario para compensar el consumo de las tomas; se controlaría ese consumo mediante instalación de medidores y, como norma general, no se aumentaría la capacidad de consumo instalada. Como coletilla, en previsión de la construcción de Alqueva, se redacta este artículo, que adjunto según consta en el acta en portugués y español, para que no existan dudas ni malas interpretaciones.
Es decir, las captaciones empezarán a pagar después de la revisión de las concesiones.
En el tiempo transcurrido entre esta toma de decisión y la actualidad, España colocó los contadores, de tal manera que España fue felicitada en la novena reunión, celebrada en 2008 en Zaragoza, «… por la buena calidad del sistema de caudalímetros instalado.»
Con posterioridad, se ha ido comprobando en el seno de esta comisión que España fue cumpliendo los compromisos de no consumir más agua en estas captaciones que la autorizada, como se puede comprobar en la lectura de actas posteriores e incluso en declaraciones del propio presidente de la EDIA en enero de 2022 :
«Espanha tem cumprido pois há um número de captações que estão autorizadas a captar, o volume até 50 hectómetros, e os volumes captados têm sido sempre abaixo desde volume acordado.»
No se han realizado nuevas concesiones, a excepción de la del regadío de Villanueva del Fresno, que fue aprobada por la CADC.
Además, las concesiones tienen un periodo de vigencia tan prolongado, que aún no se han tenido que revisar.
Por lo tanto, y a no ser que mi lectura de lo pactado tenga alguna interpretación que escape a mis entendederas, los regantes “del lado de España” que tenían derechos adquiridos en esa zona no deberían pagar a la EDIA mientras que no caduque y sea revisada la concesión y por lo tanto España no tendría ninguna deuda por este concepto con Portugal, por lo que se demuestra que los regantes de la margen izquierda no han robado, ni sus tomas son ilegales.
Todos tienen sus instalaciones con concesión en vigor, con sus condicionantes, y periodo de vigencia y, además, pagan un canon anual a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, según me han informado, que en este pequeño «rinconcito» nos conocemos todos.
En el año 1999 se hizo un inventario oficial de las tomas, que tienen ambas administraciones y que se ha ido controlando, parte del mismo en la ilustración siguiente.
Como curiosidad y como no podía ser de otra manera aparece la toma de La Coitada de las Vacas (o de Murillo), que como dije anteriormente es la finca que se aprecia en las imágenes del reportaje mencionado de la RTP.
La empresa que regenta esta finca -Hacienda Murillo- es, sin duda, la empresa oliventina que más empleos genera en el municipio, sobre todo femenino, con picos de hasta 500 personas contratadas. Conozco a muchas de ellas.
Una empresa con sede social en el pueblo, con una facturación millonaria, y con posibilidad de expansión.
Plano del inventario de 1999, donde aparece la toma de la Coitada de Murillo, muy cerca de la aldea de Villarreal, en Olivenza. Al otro lado del río, la fortaleza de Juromenha, en Portugal.
Fotografía (Google) desde la fortaleza de Juromenha de la finca Coitada de Murillo, donde se aprecia en primer plano la toma de agua de riego.
Ficha de la concesión de la toma de la Coitada de Murillo (del inventario)
¿Robamos los oliventinos a Portugal? ¿O somos portugueses?
Esto parece una broma, pero no lo es. Los derechos adquiridos de todos estos regantes… ¿ya no existen?
Ahora tendrán que pagar por lo que, en los papeles, en la normativa, parece que no les toca.
Pero la ministra española parece callar y otorgar.
No estaría mal que los ministros portugueses se diesen una vueltecita por aquí y se pongan de acuerdo, en si este tramo de río es o no fronterizo. Lo que dice Nuno, el ministerio que dirige María da Graça lo desmiente. No con palabras, pero sí los hechos.
Es un difícil equilibrio, esta doble moral o ambigüedad controlada, que se pone de manifiesto en el propio convenio de 1968. Su título al decir regular «tramos internacionales» y sus intenciones «Los Gobiernos de España y Portugal, inspirados por el más amplio espíritu de cooperación y deseando regular de común acuerdo el uso y aprovechamiento hidráulico de los ríos internacionales en sus zonas fronterizas, deciden concluir el siguiente Convenio» reflejan una cosa y en su articulado destellan reflejos de otra con la cuestión de la soberanía portuguesa de Olivenza en el fondo: el tramo entre el Caya y el Cuncos es el único regulado que no lleva el apellido de «internacional«, aunque se regule en el mismo como si lo fuese. Y, además, se reconocen los derechos de los regantes del lado español, como vimos antes, tratando el tramo a todos los efectos prácticos, como enteramente fronterizo.
El Guadiana en este tramo ¿Es frontera? ¿No es frontera?
Y Olivenza, ¿es España? ¿No es España?
Con el Convenio de Albufeira nada ha cambiado en este sentido: En toda la documentación que utiliza la Comisión (CADC), aparece bien claro que este tramo es fronterizo.
Lo mismo ocurre con los planes hidrográficos de ambos países.
Plano de la masa de Agua de Alqueva en la zona de Olivenza (CADC)
Estas imágenes anteriores corresponden con varios documentos oficiales en los que aparece Alqueva como fronterizo en la zona de Olivenza, Internacional, y Olivenza como municipio de España.
Podríamos concluir con el dicho portugués «muito barulho por nada» equivalente al español «mucho ruido y pocas nueces«.
Así termina tanto la bravuconada salida de tono cuartelera de Nuno del: «Olivença é nossa» como el intento de Maria da Graça de cobrarle a los regantes oliventinos “del lado español” una deuda que nunca existió, y Teresa Ribera lo sabe.
Ambos ministros buscando el aplauso fácil y quedar bien de cara a su público, los irredentistas por un lado y los regantes portugueses, por otro, a costa de mi querida “Vila”.
Esta fiesta de la confusión la pagará, como de costumbre y con la aquiescencia cómplice del Gobierno Español, a partir de ahora los regantes de la margen izquierda del Guadiana, muchos de ellos de Olivenza, y encima, sin limpiar su nombre… «Os espanhóis roubam-nos».