El pasado mes de noviembre Zamora ha exacerbado significativamente sus relaciones con Portugal con una proliferación de actividades transfronterizas que ya se apuntan como seña de identidad de esta antigua ciudad leonesa. La de Zamora y su alfoz con Portugal es una relación ‘fundacional’ que arranca en los siglos XII y XIII con los tratados de Zamora y Alcañices, respectivamente, cuando el Reino de León acepta que el Condado Portucalense pase a ser un reino y se establecen las fronteras: no es casualidad que fuera la ahora capital de provincia la elegida para el primer tratado, pues fue en su catedral donde el primer rey portugués, Afonso Henriques, fue ordenado caballero. Son relaciones materiales y territoriales, desde luego, pero también inmateriales, como las ocurridas el mes pasado.
Casi un milenio después la vieja villa leonesa vuelve por sus fueros y se hace más rayana que nunca: en noviembre Zamora ha hospedado nada menos que cuatro eventos que extienden el territorio de la Raya hasta los espacios inmateriales de la lengua, la literatura, la música y la innovación tecnológica: las iniciativas de la Asociación RIONOR y la Escuela Oficial de Idiomas -una lectura de textos en lenguas elegidas por los participantes-, de la editora Sabaria –Porto de Honra y lectura de poemas de autores zamoranos y transmontanos-, de la Fundación Rei Afonso Henriques –Jornadas Ibéricas dedicadas a la Innovación y la Cooperación- y del ayuntamiento y diputación –Feria Hispano Lusa de la Industria Musical-, consolidan ese potente espejo donde se miran felizmente los dos lados de la Raya.
Es una simetría la de Zamora con Portugal que se yergue desde los mismos colores de sus banderas: roja y verde, verde y roja son sus respectivas enseñas; que ocurre en un territorio semejante y homogéneo, regados ambos por el padre Duero/Douro, y trufado de hechos históricos: además de los arriba citados, Urraca de Portugal pasó sus últimos días en el Castillo de Fermoselle, y en Toro fue la batalla de Pelagonzalo, tras la que ambos contendientes quedaron conformes.
H2Med
Un pasado que no deja de mirar al futuro, pues en pocos años Portugal y España, Bragança y Zamora, tendrán una nueva conexión, ésta energética, con el trazado del hidroducto H2Med, que transportará hidrógeno verde desde Sines hasta Marsella. Su ejecución y mantenimiento se presentan como nuevas oportunidades de empleo y desarrollo para las ambas comarcas. Las gasísticas de los dos países ya han constituido un grupo y esperan financiación europea para el tramo Celorico da Beira – Bragança – Zamora. Un futuro para el que instituciones transmontanas y castellanoleonesas plantean también la posibilidad de una conexión de Alta Velocidad por el norte, que de salida al polo industrial más importante de Portugal, el de Oporto.
Bragança y Zamora llevan 40 años oficialmente hermanadas y avanzan en mejorar sus comunicaciones; más la parte portuguesa que la española, dicho sea de paso: la capital de Tras-os-Montes ya está redactando el proyecto para la ejecución de su parte de la vía rápida hasta Rihonor, que importará 29 millones de euros con cargo a los fondos Next Generation. España debe de hacerse cargo de los 27 kilómetros que geográficamente le corresponden entre Puebla de Sanabria y Rionor, como lo ha instado la asociación León Propone a los gobiernos regional y central de España.
Autovía Sociológica
Unión del Pueblo Leonés (UPL) va más allá y presentó una Proposición No de Ley en las Cortes para que la Junta de Castilla y León impulse conexión entre León y Bragança, una infraestructura que “fue prometida hace ya década y media por parte de la Junta”; los leonesistas denominan a esta conexión Autovía Sociológica. Este acertado título, acuñado por el divulgador leonés Javier Callado, define plenamente la fraternidad de León y Zamora con Portugal: entre aquellos pasados y los inminentes futuros hay un presente por los hechos compartido, una verdadera Autovía Sociológica que se sustancia en la proliferación de asociaciones transfronterizas (como ejemplo, RIONOR, la Fundación Rei Afonso Henriques, la AECT Duero/Douro), tradiciones, como las Mascaradas de Invierno o la Romería de Los Viriatos en Fariza, protocolos como las anuales Ratificaciones de los Tratados de Fronteras, o turísticas, como el programa de visita a bodegas entre Fermoselle y Mogadadouro.
Carlos Funcia Frígola
