Luz al final del túnel en forma de vacuna

Científicos portuenses advierten de la posibilidad de que la rana ibérica pueda ser utilizada como antiviral

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Superando el tiempo habitual, las primeras vacunas contra la Covid-19 ya están siendo creadas por numerosos laboratorios, y los más optimistas esperan que el proceso de vacunación masiva se inicie este año. La Unión Europea ha invertido 225 millones en dosis de este potencial antídoto milagroso. Además, se están debatiendo otros contratos para que todos los europeos tengan derecho a una cura contra la gran pandemia del siglo XXI.

Mientras en España se está haciendo por la farmacéutica Janssen (filial de la americana Johnson & Johnson), una vacuna que utiliza la misma tecnología que el ébola, el Gobierno portugués ha anunciado que, tras confirmarse la seguridad de una potencial, 6,9 millones de dosis llegarán al país. Las primeras 690.000 dosis, que vendrá directamente de Francia, podrían llegar todavía en diciembre de 2020, y el primer ministro ha asegurado, contrariamente a lo que Marta Temido había dicho, que cuando llegue será «universal y gratuita».

Vacunación obligatoria y rana antiviral

Al inicio del proceso masivo de vacunación, las primeras personas en vacunarse serán los profesionales de salud y los cuidadores, así como quien esté en edad/situaciones de riesgo. No obstante, como sucede en otros países, existen portugueses que rechazan la futura vacuna.

Cuestionada durante una de las habituales conferencias de prensa donde se revelan los números de la pandemia, la responsable de la DGS, Graça Freitas, ha admitido la posibilidad de hacer obligatoria la vacuna para salvaguardar la salud pública. Pero no se decidirá nada antes de la creación y distribución inicial de las mismas.

Para quienes no les gusten mucho las vacunas, Bioprospectum, «startup» con sede en el Parque de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Oporto (UPTEC), ha señalado en una publicación en la página web de la Universidad de Oporto, que la rana verde ibérica, encontrada en las Azores, tiene un potencial componente antiviral, que puede ser utilizado en la lucha contra el SRAS-COV-2. Estas moléculas se están probando en colaboración con el Instituto de Investigación de Medicamentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Lisboa.

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