Un elefante en la habitación

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Pedro Sánchez ha perdido el estado de gracia. Y ello, fundamentalmente, por culpa de la enorme influencia que ha acumulado su todopoderoso jefe de gabinete, Iván Redondo, convertido en el Rasputín de la Moncloa. El error clamoroso de la fracasada moción de censura en la Región de Murcia ha llevado a la humillante derrota del candidato socialista en las pasadas elecciones anticipadas de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, y ha puesto al descubierto la falta de credibilidad y la debilidad estructural del liderazgo de Pedro Sánchez, que ha quedado noqueado.

De la “factoría” de Iván Redondo ha salido el voluminoso y ambicioso informe “España 2050. Fundamentos y propuestas para una estrategia nacional de largo plazo”, presentado pomposamente la semana pasada en el Museo Reina Sofía de Madrid. Es preciso recordar que a Pedro Sánchez le quedan 30 meses para agotar su mandato presidencial y que, desde esta perspectiva, es una osadía inconmensurable proyectar el futuro de España a 30 años vista.

En primer lugar porque es muy posible que, en este horizonte, España ya no exista tal y como es actualmente. Y es que si hay un proyecto esperanzador y de gran trascendencia política y económica sobre la mesa este es el de la reunificación ibérica, bajo los auspicios y con la bendición de la Unión Europea.

La reunificación ibérica es un gran elefante que tenemos en la habitación, pero que, siendo tan obvio, nadie alcanza a ver. La integración peninsular, en clave del siglo XXI, convertida en un gran “hub” que conecta cuatro continentes, tiene una potencia económica y demográfica extraordinaria, imbatible. Este apéndice ubicado en el extremo sur de Europa es, en realidad, el “ombligo” del planeta, sobre el que pivota la inevitable convergencia Europa & África y donde confluyen las rutas transoceánicas de Oriente y América.

Pero para explotar este enorme potencial latente, fruto de nuestra ubicación geoestratégica, única y privilegiada, es preciso que los políticos que gobiernan España y Portugal abandonen los recelos históricos, abran los ojos y actúen en consecuencia y con ambición sin límites. Conectar y unir el Atlántico con el Mediterráneo, recoser la península ibérica: éste es nuestro “elefante”, éste es el gran reto que españoles y portugueses tenemos por delante, éste es nuestro “unicornio”.

Encarar y acelerar el proceso de reunificación ibérica multiplicará las complicidades de los pueblos que formamos la comunidad peninsular –ancestralmente sumidos y consumidos en estériles querellas cainitas- y es la llave que abre la puerta al progreso y al bienestar de las nuevas generaciones. Por esto llama poderosamente la atención que en el sesudo informe “España 2050. Fundamentos y propuestas para una estrategia nacional de largo plazo” no se visualice este “elefante” ni se dedique ninguno de sus nueve capítulos a explorar y a prospectar los indiscutibles beneficios que aporta la dimensión ibérica de España.

El primero de ellos, y no menor, es que la suma de las poblaciones de España y Portugal nos convertiría, automáticamente, en un país de la primera división europea, al mismo nivel que Francia o Italia. Ello redundaría en una mayor representación y capacidad de influencia e incidencia en el corazón de las instituciones comunitarias, donde prima el criterio demográfico.

En este sentido, la miopía que demuestra Iván Redondo, inspirador e impulsor de este informe prospectivo es muy preocupante y lo inhabilita como “cerebro privilegiado” que pretende diseñar y prescribir nuestro futuro colectivo. ¿España 2050? ¡Iberia 2050!

Jaume Reixach es periodista y editor de las publicaciones EL TRIANGLE, LA VALIRA y EL TRAPEZIO

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