Si España hubiese aplicado la ley portuguesa, Pedro Sánchez habría salido del Palacio de la Zarzuela como presidente del Gobierno. Y sólo una mayoría absoluta opositora en torno a un programa alternativo podría derribar al nuevo gobierno ya constituido por indicación del jefe del Estado. El diseño institucional portugués resolvería el bloqueo de la investidura, pero no lo haría con el bloqueo de la negociación presupuestaria, causa de la convocatoria de las anteriores elecciones.
António Costa ha sido elegido primer ministro con la simple indicación de Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de la República. Posteriormente Costa ha presentado el programa de gobierno en la Asamblea de la República (parlamento), sin necesidad de votación porque la oposición no presentó una moción de rechazo. Durante los primeros 6 meses, tras unas elecciones, el presidente de la República no puede convocar nuevas elecciones.
BLOQUEO POLÍTICO
Varias son las razones que explican el bloqueo político. Algunas son producto de la cultura y coyuntura política, otras del diseño institucional.
Es cierto que -desde la Transición- no se han ensayado coaliciones de gobierno en el Estado, a diferencia de las comunidades autónomas. También es cierto que existe una sobreactuación ideológica que se traduce en un sectarismo en las políticas de alianzas. Pero tampoco es menos cierto que el procedimiento de investidura parlamentaria en España no favorece a la formación de gobiernos de partidos que tienen mayoría simple, en un escenario de ausencia de un candidato alternativo con apoyos parlamentarios superiores al partido vencedor. En este contexto, la investidura parlamentaria es vista por los partidos minoritarios como un procedimiento de firma de un cheque en blanco al partido mayoritario.
CLAVES DE LAS ELECCIONES
Durante la noche electoral podremos resolver las siguientes cuestiones: ¿Quién cargará con las culpas del bloqueo político y quién lo capitalizará? ¿Se mantendrá la movilización de izquierdas contra VOX? ¿Qué desgaste tendrá el PSOE y Podemos por la situación en Cataluña? ¿Qué impacto tendrá Más País, nueva fuerza política -entre PSOE y Podemos- en el sistema electoral y la representación de la izquierda? ¿Cómo se repartirá el botín de Ciudadanos, partido en pleno colapso, entre PSOE, PP y VOX? ¿Cuántas dimisiones habrá en la noche electoral?
Lo que no sabremos en la noche electoral es quien primero cederá para que haya una mayoría parlamentaria. De entrada, tanto el PSOE como el PP han rebajado la tensión en términos de polarización ideológica y han competido por el centro político. No obstante, Pedro Sánchez puede encontrarse paradójicamente en una situación donde repita resultados electorales, pero con un nuevo parlamento con una extrema derecha (VOX) a las puertas de un sorpasso al PP, convirtiéndose en la tercera fuerza política, siendo la gran beneficiaria del bloqueo político.
EL TRAPEZIO ha buscado menciones a Portugal en los programas de los principales candidatos nacionales y sólo hemos encontrado en el PSOE y Podemos. El programa PSOE cita el «modelo exitoso» del gobierno portugués con apoyo externo parlamentario. En el programa de Podemos se apuesta por la «mejora de las conexiones ferroviarias internacionales con Francia y Portugal». Por otro lado, Más País y Ciudadanos han hecho referencias a lo «peninsular» o lo «ibérico», sin tener en cuenta que implican a Portugal. Durante el debate televisivo, Santiago Abascal, candidato de VOX, mencionó a los países de lengua portuguesa y española («iberosfera») como un eje de la política exterior.