«En Oporto vamos a pasar de la declaración a la acción». El ministro luso de Asuntos Exteriores, Augusto Santos Silva, ha subrayado, en una entrevista con Efe, la importancia de la cumbre europea convocada esta semana para avanzar con hechos en el plan de acción de la Europa social. La cita de la ciudad portuguesa de Oporto «tendrá dos grandes resultados», augura el ministro: «Vamos a pasar de la declaración política al plan de acción» y «los agentes sociales van a asociarse a este compromiso».
La cumbre social, que reunirá a la cúpula de la UE y los líderes europeos los días 7 y 8, permitirá avanzar en el plan de acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales, una «declaración política» consensuada en Gotemburgo en 2017. «Se trata de pasar de las declaraciones a los hechos», con el respaldo de los líderes europeos y de los agentes sociales, insiste. «En Gotemburgo dijimos ‘tenemos esto’. En Oporto, diremos ‘vamos a hacer esto, vamos a reforzar la Europa social'».
UNA EUROPA SOCIAL COHESIONADA
Pese a su optimismo, Santos Silva admite que las políticas sociales responden al ámbito nacional, aunque se puede «reforzar la coordinación entre los Estados miembros» y «avanzar en conjunto, definiendo metas y objetivos comunes». «Esa es la esencia del plan de acción propuesto por la Comisión Europea que la UE va a asumir en Oporto», continúa.
La meta, hasta 2030, pasa por reducir la pobreza en 15 millones de personas -cinco de ellos menores-; elevar la tasa de empleo hasta el 78%; ofrecer formación para el 60% de los trabajadores; reducir la brecha salarial por género y rebajar el abandono escolar, entre otras ambiciosas medidas. «Son metas comunes, un incentivo poderosísimo para llegar a nuestro objetivo común de tener una Europa socialmente más cohesionada», afirma el ministro de Exteriores luso.
POLÍTICAS SOCIALES A EXAMEN
Pero, ¿cómo conseguir que los Estados se sumen a las metas sociales comunes de la UE? Santos Silva reconoce acusadas diferencias en las políticas sociales de los socios europeos, pero confía en los mecanismos internos de evaluación del bloque. «Igual que usamos indicadores presupuestarios para evaluarnos unos a otros, vamos a usar indicadores sociales», adelanta en la entrevista con Efe.
Y se refiere al llamado «semestre europeo», un evaluación periódica de las cifras macro de los Estados miembros. A partir de ahora, en virtud del plan de acción, «los criterios sociales» se someterán también a escrutinio. «La política social es nacional y no europea, pero va a tener el mismo tipo de evaluación que tiene la política presupuestaria y financiera», asegura.
El ministro incide en que la política social es «condición necesaria» para avanzar hacia la economía verde y la transición digital. Las tres puntas de un triángulo, dice.
INMUNIDAD DE GRUPO TRAS EL VERANO
Esta cuarta presidencia portuguesa de la UE -estrenada en enero con el lema «es hora de actuar»- ha sido la más difícil «sin duda» desde el punto de vista logístico, apunta el ministro, defensor de la gestión comunitaria de la pandemia y de la adquisición conjunta de vacunas, pese a los «sobresaltos» derivados de la incapacidad de las farmacéuticas para cumplir sus compromisos. «Europa está atrasada desde el punto de vista de la estrategia de vacunación» en relación con otros países, como Estados Unidos -reconoce-, pero «Europa, que es el primer productor de vacunas, es también el primer exportador», justifica.
No obstante, pronostica que se cumplirá el objetivo comunitario de alcanzar la inmunidad de grupo al final del verano. Confía también en que en breve estará operativo el certificado verde digital, el llamado «pasaporte covid», que aliviará la crisis del sector turístico, aunque 2021 «no será el año de la recuperación fuerte del turismo», advierte.
UNA PRESIDENCIA INTENSA, DEL BREXIT A LA CASA BLANCA
Además de la pandemia, la presidencia portuguesa de la UE ha estado marcada por el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE, el Brexit, y el cambio en la Casa Blanca. Santos Silva rechaza las proyecciones catastrofistas sobre el rumbo de Europa y considera que la histórica relación que une a Lisboa y a Londres facilitó el impulso de las negociaciones.
«Creo que lo que facilitó más es la capacidad típica de Portugal que tenemos siempre durante las presidencias de comprender las posiciones de todos y llegar a puntos de equilibrio», defiende. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, en enero, supuso también un cambio sustancial para la UE: Representó el «regreso de Estados Unidos a la alianza con Europa».
Pero Europa, opina Santos Silva, debe mirar con atención hacia Asia para identificar a otros socios comerciales, como China o la India. De ahí el empeño de Lisboa en la cumbre de alto nivel programada en Oporto UE-India que se desarrollará online debido a la crítica situación del país asiático por la pandemia. «Nos gusta el equilibro, la apertura, hablar con varios países, pero no dejarnos dominar por ninguno», resume Augusto Santos Silva sobre la estrategia diplomática lusa.