La elección de Robert Francis Prevost como nuevo Papa bajo el nombre de León XIV ha sido recibida con entusiasmo en el mundo católico, pero especialmente en Perú, América Latina y la península ibérica, donde su figura es vista como un puente entre culturas, lenguas y sensibilidades.
Aunque nació en Chicago, Estados Unidos, León XIV es ciudadano peruano desde 2015 y ha desarrollado gran parte de su vida pastoral en Latinoamérica, en particular en Perú y Brasil. Su elección como Pontífice representa, como pocos, un símbolo del catolicismo global, con raíces profundamente sembradas en el sur del continente americano, pero con frutos que se extienden hacia Europa, especialmente en el espacio ibérico.
León XIV domina cinco idiomas, entre ellos el español y el portugués. Esta competencia lingüística no solo ha facilitado su relación cercana con América Latina y la península ibérica, sino que refleja una sensibilidad cultural poco común en un líder mundial. En un momento en que la Iglesia necesita tender puentes y escuchar más allá de sus centros tradicionales de poder, esta capacidad se vuelve estratégica.
Una conexión especial con Brasil
Además del Perú, Brasil fue uno de los primeros países en celebrar la elección de Robert Prevost. La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) manifestó su alegría destacando que “Brasil recibe su elección con el corazón abierto”. Ricardo Hoepers, secretario general de CNBB, agregó en una conferencia que “el papa León XIV nos muestra la línea de su proyecto eligiendo este nombre”.
La cercanía de Prevost con el país más grande de Sudamérica no es nueva: visitó varias veces el territorio brasileño antes de ser elegido Papa, como muestran imágenes recogidas por el medio Folha de São Paulo. Entre las ciudades o locaciones que visitó Robert Prevost se encuentran el Teatro Santo Agostinho de Belo Horizonte, las comunidades agustinas de la ciudad, Rolândia, Santo Antônio en Campinas y São Paulo.
Sus visitas a España y la reacción de la Península
España también forma parte esencial del mapa ibérico que ha marcado la vida del nuevo Papa. Antes de su elección, Robert Prevost realizó visitas pastorales a numerosas ciudades españolas, incluyendo Ávila, Palencia, Valladolid, Sevilla, León, Madrid, Málaga y Salamanca, según ha documentado el diario El País.
Estas visitas reflejan una afinidad cultural y espiritual con España. En ciudades como Salamanca y Ávila, con fuerte tradición teológica y mística, Prevost profundizó en las raíces espirituales del mundo hispano, consolidando una visión pastoral sensible a los desafíos del presente.
También Portugal recibió con emoción la noticia. Desde el Santuário de Fátima, lugar emblemático para el catolicismo ibérico, el obispo de Leiria-Fátima, D. José Ornelas, destacó la sensibilidad humanitaria del nuevo Papa. Por su parte, el patriarca de Lisboa, D. Rui Valério, ve esperanza en construir puentes, destacando la importancia de que hable de la paz en el mundo.
Por su parte, el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, se ha sumado a las felicitaciones oficiales, deseando a León XIV “un pontificado lleno de luz, humanismo y universalismo”, especialmente “en esta hora internacional de gran inestabilidad e incertidumbre”.
La elección de León XIV, primer Papa nacido en Estados Unidos pero con nacionalidad peruana, encarna la diversidad y universalidad de la Iglesia Católica en el siglo XXI. En él convergen los acentos del español latinoamericano, el portugués y el inglés. Su pontificado puede ser leído como una apuesta por un liderazgo integrador.