La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación internacional 2024. El jurado, reunido en Oviedo (Asturias) ha destacado que “desde su fundación, la OEI ha desempeñado una fructífera labor de fomento del multilateralismo iberoamericano. En el horizonte internacional representa un significativo puente en las relaciones entre Europa e Iberoamérica. El jurado reconoce el trabajo realizado y le impulsa para su futuro desarrollo”.
Por su parte, el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, ha manifestado su “inmenso agradecimiento al jurado por este reconocimiento hacía la OEI y, también, gratitud a todos los Gobiernos de los 23 países miembros que, durante 75 años han confiado en ella para ayudar a los ciudadanos y ciudadanas de la región a resolver sus problemas”. Y ha añadido que “la OEI, es fundamentalmente, un instrumento válido para trabajar a favor del desarrollo y del bienestar de los hombres y mujeres de Iberoamérica. En tercer lugar, quiero agradecer de forma muy efusiva a todos los directivos y funcionarios de la OEI, todos aquellos que durante 75 años han trabajado con determinación y compromiso y a los que en este momento tienen la suerte de vivir este gran reconocimiento. La familia OEI nos sentimos muy agradecidos y tenemos el deseo de seguir trabajando a favor de la comunidad iberoamericana de naciones, como venimos haciendo desde hace 75 años por una Iberoamérica más justa y más próspera. Es decir, cumplir con nuestro lema de hacer que la cooperación suceda, que suceda en el terreno, que suceda persona a persona”.
La concesión del Premio Princesa de Asturias de Cooperación internacional llega en el momento en el que la OEI cumple 75 años. Fundada en 1949 como Oficina de Educación Iberoamericana con la intención de crear un instrumento de cooperación multilateral en la región, la OEI se ha consolidado como la organización decana de la cooperación entre países iberoamericanos de habla española y portuguesa, con un volumen de 650 proyectos cada año en promedio y más de 12 millones de beneficiarios anuales de media en los últimos cinco años. Asimismo, es el organismo iberoamericano con mayor presencia territorial al contar con 19 oficinas nacionales en toda la región y una sede en Madrid (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay). La última de ellas, la oficina de Cuba, fue inaugurada en 2022.
Una cooperación que sucede
Solo en materia educativa, la OEI ha entregado más de 400 mil recursos educativos, a la vez que ha formado a cerca de 40 mil docentes y atendido a más de 450 mil estudiantes cada año en promedio desde 2019. Asimismo, con las nefastas consecuencias que trajo consigo la pandemia, la organización ha apostado por diseñar estrategias que apunten a proteger la educación de grupos vulnerables como la primera infancia, a mejorar la calidad educativa y a fomentar la gobernanza, el desarrollo docente y una educación más innovadora e inclusiva en las aulas iberoamericanas.
En materia de ciencia, la OEI ha desplegado toda una estrategia para impulsar un espacio compartido de investigación para las universidades de la región con su programa ‘Universidad Iberoamérica 2030’ y ha apostado por publicaciones anuales tan relevantes como El estado de la ciencia. También ha promovido la divulgación científica como motor para incentivar las vocaciones en esta materia, principalmente de niñas y jóvenes, con iniciativas como La Noche Iberoamericana de l@s Investigador@s, ‘Más Mujer en Ciencia’ en Uruguay o ‘Somos Mujeres y Hacemos Ciencia’ en Ecuador.
En lo que respecta a la cultura, la organización llega a sus primeros tres cuartos de siglo con un recorrido consolidado en el fomento de una cultura iberoamericana cohesionada en su diversidad, como atestigua la Carta Cultural Iberoamericana, y con la vista puesta en los retos que representa la digitalización para las industrias culturales y creativas, con especial interés en proteger los derechos de propiedad intelectual de las y los creadores iberoamericanos mediante una Cátedra creada a tal fin.
La promoción del español y el portugués como lenguas de ciencia y de cultura, así como la apuesta por fomentar su intercomprensión también han sido algunas de las líneas de trabajo de la organización, que se han materializado en iniciativas como la Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (CILPE), que ha celebrado ediciones en Lisboa (2019), Brasilia (2022) y Asunción (2023), o Escuelas de Frontera, una red de escuelas en los territorios de frontera entre España y Portugal que promueve una educación intercultural bilingüe.