Iter ab Emerita Salmanticam

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En honor a la verdad, la calzada que construyeron los romanos para vincular Mérida (Emerita Augusta) con el norte peninsular -muy probablemente sobre un camino ya existente-, tenía su referencia septentrional en Astorga (Asturica Augusta), con subsecuentes ramificaciones. El iter ab Emerita Asturicam hoy es conocido como Vía de la Plata, nombre -no nos cansaremos de insistir en ello- que deriva de la palabra árabe al-Balat. Sin embargo, fue Salamanca (Salmantica) la referencia urbana que estructuraba el interior occidental ibérico en su sector estrictamente lusitano, esto es, de la provincia de Lusitania cuya capitalidad ostentaba la colonia emeritense.

Esta porción de la Vía de la Plata, la lusitana, es uno de los ejes sobre los que se construye el argumento de Lusitania en el horizonte, libro que recopila una cuarentena de artículos publicados en EL TRAPEZIO por un servidor y que trata de reconocer la historia y el patrimonio común entre la provincia salmantina y sus aledaños castellanos y leoneses con la vecina región extremeña y de toda esta Lusitania española con su hermana portuguesa, pues antes de la Raya aquellas regiones fueron una.

Este iter o itinerario entre Mérida y Salamanca es el que hemos transitado en el mes de mayo para presentar nuestra publicación en sendas ferias del libro. El viaje por la historia y por el territorio lusitano como iberismo metodológico en busca de un horizonte más hermanado. Así, el sábado día 11 de mayo presentamos Lusitania en el horizonte en el marco extraordinario del Templo de Diana de la capital hoy extremeña, escenario que fue religioso, comercial y político en los tiempos de la mayor grandeza urbanística de Mérida y que visigodos y andalusíes continuaron teniendo por centro neurálgico hasta que el eje se trasladó a la alcazaba y posteriormente a la Plaza de España. Más adelante fue lugar de judíos y de la nobleza renacentista que construyó palacio donde otrora hubo cella, gracias a lo cual ha llegado hasta nuestros días el complejo compuesto por el “vivo atado a un cadáver” que definiera Mariano José de Larra.

No acompañó en la presentación el historiador y arqueólogo Bruno Franco Moreno, uno de los mayores expertos en el periodo andalusí extremeño. Periodo, por cierto, que, bien entendido, da explicación al fin de Lusitania y también a sus ecos actuales. Vieja y nueva capital emeritense que apuesta ya, por fin, por una señera feria del libro y por la reconexión, siquiera académica y cultural, con la parte lusitana que se apoderó del término -Portugal-. En la librería La Selva Dentro puede adquirirse nuestro libro.

Nueve días después, lunes 11 de mayo, el nuevo escenario no envidiaba al anterior: la Plaza Mayor de Salamanca. De la romanidad -y el renacimiento- de Mérida pasamos al barroco salmantino, pues de paseos por el tiempo se trata. La ciudad del Tormes como centro de peregrinación cultural y su plaza como espacio sagrado al modo de la emeritense -salvando las etapas históricas-. El acompañamiento en este caso fue de “los Pablos” de EL TRAPEZIO, González Velasco y Castro Abad. Agradabilísima charla con numerosas aportaciones de los asistentes. En la salmantina librería Víctor Jara también se puede conseguir Lusitania en el horizonte.

Dos ciudades marcadas por la Historia, por su excelso Patrimonio -declarado de la Humanidad- y por una lusitaneidad que tal vez no se haya demasiado presente en su día a día, pero que se expresa en alto en eventos como la presentación de nuestro libro. Dos ciudades unidas por un camino histórico y su adaptación contemporánea -autovía, que no vía ferroviaria- por el que transitan peregrinos, estudiantes y viajeros. Este iter ab Emerita Salmanticam -o viceversa- es la columna vertebral de la Lusitania española, la región -o regiones- que necesita(n) reconocerse para intensificar su inercia hacia poniente, hacia Portugal. Seguiremos surcando el territorio lusitano y sembrando la Raya de semilla, como expresara Carolina Coronado.

 

Juan Rebollo Bote

Lusitaniae – Guías-Historiadores

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