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Paulo Nunes: «Desde niño tuve el sueño de trabajar en España»

Entrevista a Paulo Coimbra Nunes de Abreu, profesional ibérico de largo recorrido

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Poseedor de doble nacionalidad española-portuguesa, ha promovido varias empresas, fue CEO de una pequeña multinacional ibérica. Recientemente publicó “Arquitectar la Colaboración”, a día de hoy se encuentra volcado en su función como Facilitador en el sector sanitario. También es miembro de la Asociación Plataforma Ibérica.

-Usted ha trabajado y trabaja entre España y Portugal. ¿Se considera un profesional ibérico?

Ese es un excelente concepto el de profesional ibérico, quizás que sea el caso de algunos cuya misión sea la de gestionar un servicio o una plantilla común entre españoles y portugueses, cómo lo hice en mi anterior posición como máximo gerente de una pequeña multinacional de la que yo era el gerente de dos empresas, una con sede en Madrid y otra en Lisboa. La integración de dos plantillas distintas para que los trabajadores se sientan como formando parte de una solo es posible, he sido muy afortunado por haberlo logrado, pero dudo que esa sea la mayoría de los casos en las empresas. Pero me temo que el concepto más usual de profesional ibérico sea el de una persona que trabaja desde España para clientes en Portugal o al revés, o bien una persona que trabaja igualmente bien en ambos países como se fuésemos uno solo. Es este último también mi caso, así que puedo decir con orgullo que me siento un profesional ibérico.

-A grandes rasgos: ¿Cuál ha sido su trayectoria profesional entre los dos países?

Esto nos daría para un libro (risas) y aquí tenemos que ir al grano. Diré que desde niño soñaba en poder trabajar en España tal y como si estuviese en Portugal y he logrado ese sueño. Además de las empresas que he creado en ambos países, he desarrollado iniciativas en el ámbito de la Fundación para la Colaboración para acercar Portugal y España. Como ejemplo las Cumbres Ibéricas de Líderes en Sanidad y este año se creará la Cumbre de las Regiones de Sanidad Ibérica, sobre la que muy pronto tendrás noticias mías.

-Recientemente ha publicado Arquitectar la Colaboración. ¿Cómo definiría este libro?

“Arquitectar la colaboración” es una traducción de un libro que he escrito originalmente en portugués y resulta que cuando lo íbamos a distribuir en una jornada empresarial en Cáceres descubrimos que el verbo “Arquitectar” no existe como tal en castellano, así que su mismo título es rompedor (risas). Se trata de un libro que he escrito para ‘líderes facilitadores’ o sea que confían en la inteligencia del equipo para aportar mejores resultados. Mientras, en un ‘grupo’, existe un líder asignado que dirige los demás, en un ‘equipo’, esa función de liderazgo se distribuye entre todos sus miembros que ganan autonomía para hacer lo que es necesario en el momento exacto y en plena articulación con los demás.

Mientras que en un grupo tienen lugar las reuniones convencionales, en un equipo, la resolución de problemas y la toma de decisiones se realizan a través de talleres o reuniones facilitadas. Siempre que un líder no disponga de toda la información para decidir y necesita un alto compromiso del equipo para implementar una decisión y que no exista una limitación crítica de tiempo por urgencia, la facilitación de grupos podrá ser empleada con ventajas para el líder, para los miembros del grupo y la organización en su conjunto.

-Usted participa en la International Association of Facilitators. ¿En qué consiste la facilitación?

En general, podemos decir que la facilitación de grupos sirve para hacer que la colaboración entre personas funcione y sea eficaz. En la práctica, la facilitación de grupos ocurre siempre que un grupo gana conciencia que es más que la simple suma de las partes que lo componen y se transforma en un equipo y se la puede considerar como una tecnología para la decisión colectiva consensuada.

La IAF es la Asociación Internacional de Facilitadores de la que formo parte y tiene “chapters” bien consolidados tanto en España como en Portugal, que realizan encuentros regulares y pugnan por la difusión de los valores de la facilitación y de los beneficios que las empresas y comunidades puedan tener empleado facilitadores profesionales, es decir, personas que como yo aplicamos la facilitación de grupos de un modo profesional. La facilitación grupal puede aliar los saberes prácticos del trabajo en grupo y los conocimiento técnico-científicos que hay que seguir actualizándose permanentemente.

-Desde su posición privilegiada. ¿Cómo observa la dinámica de las relaciones sociales y empresariales en la península?

Nos enfrentamos a un grave problema de convivencia, pero no solo en la península ibérica, eso ocurre también en Europa, con el reciente caso del BREXIT, o en los EEUU con el impeachment de su Presidente. En la península ibérica concretamente hay un déficit en el sistema educativo que no nos prepara para los retos de una ciudadanía europea. Vivir en una sociedad plurinacional pero que se sienta como una única nación y eso no se está haciendo. 
Por mi experiencia profesional como CEO de una empresa multinacional he sido un integrador de dos plantillas y eso se consigue con el desarrollo de la empatía mutua.
Este déficit de empatía ocurre por herencia cultural, se nos enseña a ver a los demás que no forman parte de nuestra familia, nuestro barrio o nuestro pueblo, no como personas, pero sí como objetos y eso genera el preconcepto. Yo recuerdo en mis primeros tiempos en España cuando iba a Málaga y alquilaba un coche con la matrícula de Sevilla, me decían “ojo que te lo rayan si lo dejas en la calle, tienes que ponerlo en un parking”. Es fundamental que se enseñe a comprender que los demás son personas y hemos de saber escucharlos para mejor comprender sus anhelos y necesidades, lograr entender el punto de vista del otro y lo mismo con relación a nosotros.

-¿Cuál cree que puede ser la función de una publicación Ibérica como EL TRAPÉZIO? ¿Qué nos aconsejaría?

Justamente una publicación como EL TRAPÉZIO es imprescindible para lograr colmatar este déficit de nuestros sistemas educativos y lograr esta mutua comprensión entre todos los pueblos que formamos parte de nuestra tierra que no es otra que todo el conjunto que somos la península ibérica, nuestro pueblo en Europa y en mundo.