El autobús Madrid-Lisboa es más rápido que la nueva conexión ferroviaria ibérica de dos transbordos

García Salas defiende "las cuatro principales conexiones ibéricas y cada una debe llevar su ritmo, y al máximo posible: Porto-Vigo, Guarda-Salamanca, Évora- Badajoz/Elvas y Faro-Huelva"

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Renfe y Comboios de Portugal han ajustado los horarios de sus trenes a Badajoz para que los pasajeros pasen el mínimo tiempo posible esperando el cambio de tren. De Lisboa a Madrid, en tren, ahora se tarda 8 horas y media. Y de Madrid a Lisboa, 9 horas y media. Este “servicio” ha conseguido mejorar la duración del viaje del antiguo Lusitania Express (10 horas y media), pero con la incomodidad de tener que hacer dos transbordos (Badajoz y Entrocamento). No obstante, si lo comparamos con la actual conexión por autobús, el tren continúa perdiendo. En función del número de paradas a lo largo del trayecto, el autobús Madrid-Lisboa tarda entre 7 horas y media (1 parada) y 8 horas (4 paradas). Por tanto, el actual «servicio» de tren Madrid-Lisboa no llega a ser competitivo en relación con el autobús.

Antonio García Salas, portavoz de Corredor Sudoeste Ibérico, ha aparecido en un reportaje de la televisión portuguesa SIC reivindicando una conexión ferroviaria inmediata y directa, que progresivamente vaya mejorando los tiempos. García Salas considera que «no es tolerable que la conexión Madrid-Lisboa requiera 9 hora y media y dos transbordos para usar tres trenes, con los riesgos de retrasos y pérdidas del enlace. Si hay 5.000 viajeros en avión al día entre Madrid y Lisboa en avión, no se puede entender que no exista ya un servicio diario directo de tren entre las dos capitales ibéricas. Eso puede hacerse ya», afirma. Asimismo, está convencido de que «tendrá mucha más demanda que lo ofertado. El crecimiento de tráfico del actual aeropuerto de Lisboa hace esta conexión urgente y necesaria».

La reivindicación no se reduce al ámbito extremeño. García Salas defiende «las cuatro principales conexiones ibéricas y cada una debe llevar su ritmo, y al máximo posible: Porto-Vigo, Guarda-Salamanca, Évora- Badajoz/Elvas y Faro-Huelva. Las cuatro deben iniciar sus mejoras al máximo posible hasta convertirse en Alta Velocidad y vertebrar el interior de Portugal y en definitiva el Oeste Ibérico, con sus conexiones en España, que también debe hacer muchas tareas pendientes».

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