13/12/2025

Estados Unidos levanta las sanciones al juez Alexandre de Moraes, instructor del caso Bolsonaro

El Gobierno Trump ha recibido abundante información de la trama golpista bolsonarista

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Juez Alexandre de Moraes con expresión seria durante una sesión

Estados Unidos ha levantado las sanciones financieras impuestas al juez brasileño Alexandre de Moraes por ser el instructor del caso del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, aliado de Donald Trump. El nombre del magistrado no aparece este viernes en el registro de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense.

El levantamiento de sanciones llega después de los últimos acercamientos entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. También coincide con la aprobación el miércoles de un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de Brasil que busca reducir la condena al expresidente ultraderechista (2019-2022), un gesto aplaudido por el Gobierno estadounidense.

Estados Unidos revocó en julio el visado a De Moraes y le impuso sanciones financieras después de que este ordenara una serie de medidas cautelares a Bolsonaro durante el juicio por intento de golpe de Estado. Las sanciones del Tesoro se enmarcaban en la Ley Magnitsky, que autoriza al Gobierno estadounidense a sancionar a ciudadanos extranjeros implicados en actos de corrupción o violaciones a los derechos humanos.

Trump elevó además los aranceles a las exportaciones de Brasil hasta el 50% en represalia por el juicio contra Bolsonaro, quien finalmente fue condenado a 27 años de prisión por intentar un golpe de Estado tras la victoria electoral de Lula en 2022. Trump y Lula, quien prometió defender la soberanía de su país, comenzaron a negociar después de haberse cruzado por casualidad en los pasillos de la Asamblea General de la ONU, en septiembre en Nueva York, momento en que según los líderes surgió «química» entre ambos.

Los mandatarios tuvieron poco después una llamada telefónica y se reunieron cara a cara el pasado 26 de octubre en Kuala Lumpur (Malasia), en un encuentro calificado de positivo por ambas partes. El vicesercetario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, celebró el jueves la aprobación del proyecto de ley en la Cámara de Diputados que busca reducir la condena a Bolsonaro. «Por fin estamos viendo el inicio de un camino hacia la mejora de nuestras relaciones», afirmó el funcionario. El proyecto, que podría hacer que Bolsonaro deje la prisión en régimen cerrado en poco más de dos años, se someterá a votación en el Senado y, de aprobarse, pasará a manos de Lula, quien decidirá si lo veta o no.

En este contexto y después de meses de no responder al teléfono, en septiembre la Casa Blanca empezó a suavizar su posición. Durante ese encuentro, Trump, quien a menudo se presenta como víctima del aparato judicial, expresó su admiración por la trayectoria de Lula y por el hecho de que este se recuperara políticamente tras una condena por corrupción que luego se anuló, según contó posteriormente el canciller brasileño, Mauro Vieira. Lula, por su parte, le dijo que el círculo de Bolsonaro tenía la intensión de asesinarlo, uno de los elementos que incluyó en la causa judicial, y que el expresidente era parte del pasado.

Brasil celebra la decisión

Por su parte, el Gobierno brasileño celebró horas después la retirada de las sanciones financieras contra de Moraes. La ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann, tachó de «gran victoria de Brasil» la decisión de EE.UU. de quitar el nombre del magistrado, instructor del caso por golpismo contra el expresidente Jair Bolsonaro, de la lista de violadores de derechos humanos prevista en la Ley Magnitsky.

Al mismo tiempo, la ministra afirmó que la decisión era una «gran derrota» para la familia de Jair Bolsonaro, principal impulsora de los castigos a De Moraes.