José Manuel Pilo nos narra el gran patrimonio histórico cultural que alberga Fermoselle, no sólo por sus bodegas sino además, y de forma muy especial, por el pasado judío de la villa.
Fermoselle* es el mayor núcleo de población en la comarca de Sayago (Zamora), con más de 1000 bodegas, de las cuales 12 permanecen abiertas al público para su visita desde el pasado diciembre. En ellas, no sólo se pueden conocer las bodegas más antiguas de la geografía española, ya que datan de tiempos romanos, sino que ofrecen productos artesanales, degustación y catas típicas de la tierra.
“El mismo fin de semana que se abrieron al público ya teníamos reservas hasta este mes de mayo. La acogida del proyecto Momentos Únicos fue insuperable”, nos relata el alcalde por la Agrupación Independiente Fermoselle Atrévete (AIFA).
Fermoselle, laberinto subterráneo, de ahí que Pilo enfatice que “no es un solo pueblo sino dos. El de los monumentos históricos y el de las catacumbas. Este último formado por bodegas con arcos, que antiguamente estaban interconectadas. En tiempos más modernos algunas de las entradas fueron tapiadas, debido sobre todo a la partición de herencias”.
El pueblo resulta una excepción dentro de la comarca, que pasa de las grandes extensiones de tierras llanas al montículo en el que se enclava, con un subsuelo granítico y un microclima que hace posible el cultivo de olivos, viñedos y frutales.
Enfatiza el pasado judío de Fermoselle, “visible en los dinteles y en los laterales de los portalones con símbolos y leyendas, cavidades donde se afilaban los cuchillos, raspados y cruces de converso, semejantes a las que se pueden encontrar en juderia de Galicia y del Norte de Portugal”.
Patrimonio cultural de enorme importancia que recorre las calles de Palomberas, Tallarinas, El Guapo, Mesón , Requejo, Plaza Mayor, Fontanicas y Rubia, pudiendo ser estas las verdaderas venas del barrio judío, que llegó a contar con Aljama y Sinagoga. El visitante puede encontrar la esencia medieval en la zona Oeste a la que se llega subiendo la escalinata de Francisco Galiano y de la plaza Vieja.
Fermoselle rezuma historia por todos sus poros, lugar de asentamiento de las antiguas familias judías una vez expulsadas del territorio nacional en el siglo XV por los Reyes Católicos, asimismo zona de paso para todos aquellos que pretendían iniciar viaje hacia Portugal a través del Duero. “Río que antes fue frontera y hoy se ha convertido en lugar de unión con nuestros vecinos portugueses de la parte de Bemposta”, añade.
Una de las calles más emblemáticas es la de Tellerías donde se pueden observar grabados del sol y de la luna y todo tipo de simbología judía. El mismo alcalde presume de apellidos de origen hebreo como muchos de los habitantes fermosellanos, orgullosos de sus raíces.
“Los apellidos que se refieren a plantas, flores o peñas son de ascendencia sefardí, siendo estos los mayoritarios del pueblo”, nos indica.
Sus casonas mantienen otra peculiaridad llamada alzagón que consiste en tener una entrada a ras del suelo que inmediatamente baja a un nivel más subterráneo.
“Algunas de las encontradas contienen más de una altura, llegando, incluso, a tres o cuatro bajo el suelo de piedra del pueblo visible”.
“Estos vestigios se encuentran también en el mirador de Santa Cruz con simbología funeraria romana y judía”, añade José Manuel que lleva el orgullo por su pueblo a ras de piel.
Herencia sefardí
José Manuel apuesta por valorar el pasado y las tradiciones judías, con estudios llevados a cabo por la Cámara de Miranda do Douro como forma de valorar la riqueza cultural y arquitectónica de Fermoselle, toponímico de origen latino que no quiere decir otra cosa que ‘La Hermosa’, siendo este uno de los enclaves más bellos de toda la provincia zamorana.
Nos comenta, a su vez, que “en el último tramo del siglo XV muchas familias hebreas salen de Fermoselle y se asientan en Mogadouro, estando documentados sus orígenes fermosellanos. Lo cual se convierte en un proyecto dinamizador de la zona en colaboración con el presidente de la Cámara de Miranda do Douro, Artur Nunes”.
“Se tiene previsto aumentar las rutas en cuanto la pandemia del Covid 19 lo permita. Hasta el momento se estaban llevando a cabo los fines de semana, sábados y domingos en horario de mañana, ampliables a las tardes dado el enorme éxito que la iniciativa estaba cosechando. Las rutas dan comienzo en la bodega La Botica, visitándose las doce que albergan las calles principales. Las entradas pueden conseguirse a través de Terraduero Central de Reservas, Vinduero/Vindouro, en el teléfono del propio Ayuntamiento o en las oficinas de la Agrupación Territorial”.
El alcalde finaliza resaltando que “en la Bodega Pastrana se puede realizar una degustación de los productos de la tierra, complementada con una cata de vino en el interior de la misma y venta de productos artesanales. En un futuro se ampliará a varias bodegas en la zona de las Fontanicas donde, como en las anteriores, todo será artesanal”.
*Conjunto Histórico Artístico (1.974). Parque Natural «Arribes del Duero» (2.001). Reserva Transfronteriza de la Biosfera «Meseta Ibérica» (2.015). Zona: Natura 2.000, ZEPA, LIC. Programa LIFE RUPIS.