Galicia y Portugal tienen un enemigo común: el fuego. Para hacerle frente, se han aliado en un proyecto transfronterizo llamado «Paisactivo. Paisaxes cortalumes: activación do espazo rural para un territorio resiliente». El epicentro de este proyecto será la aldea modelo de Infesta (Monterrei), en el lado gallego, y Baiâo, en el lado portugués.
El conselleiro do Medio Rural, José González, junto con otros representantes y autoridades, han destacado la cooperación entre territorios en la lucha contra el fuego, un ejemplo de la cual es la base aérea transfronteriza de Verín-Oímbra. El proyecto tiene como objetivo reducir la vulnerabilidad del territorio ante el riesgo de incendios, valorizando y mejorando la gestión sostenible de los terrenos agroforestales, al mismo tiempo que protege y dinamiza los asentamientos rurales. Además, el proyecto permitirá la instalación de una caldera de biomasa y una red de calor en la aldea modelo de Infesta.
Este proyecto forma parte de un programa operativo de cooperación transfronteriza (POCTEP) entre España y Portugal, con beneficiarios asociados como el Gobierno portugués; el Concello de Monterrei; la Comunidad Intermunicipal Tàmega e Sousa; la Câmara Municipal de Baiâo; la Universidade de Santiago; la Facultade de Letras de la Universidade do Porto, y la Fundación Juana de Vega. La iniciativa cuenta con un presupuesto de 1,5 millones de euros del Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional (FEDER).
