La Velada Rayana de Bragança propone proximidad y poblamiento contra la emergencia climática en la zona

Los ponentes afirman que la zona tiene una "alta capacidad de autodepuración"

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“Atraer población” y “relaciones de proximidad” son dos de las recetas contra el cambio climático para el entorno de la ‘Raya Húmeda’ que han salido de la Velada Rayana, celebrada en Braganza el 20 de mayo. La sesión, promovida por la asociación transfronteriza RIONOR, en colaboración con Centro Ciência Viva local (CCV) y el Instituto Politécnico de Bragança, ha tenido como ponentes a la anfitriona –la directora del CCV, Ivone Fachada-, el veterinario y activista climático leonés Javier Callado, y el arquitecto y profesor João Ortega; éste último propuso también “actualizar prácticas agrarias ancestrales”.

La Velada Rayana sobre el Cambio Climático en los territorios fronterizos de la ‘Raya Húmeda’ –Trás-os-Montes, Bierzo, Sanabria, Aliste y Sayago- se ha celebrado en la Casa da Seda, sede del Centro Ciência Viva de Braganza; su directora, la ingeniera Ivone Fachada, ha abierto la sesión calificando la situación actual de “Emergencia Climática” originada por la actividad humana: la sobrepoblación, la actividad agraria intensiva y las emisiones de combustibles fósiles, principalmente.

Lengua azul

El veterinario y activista climático leonés Javier Callado ha ofrecido datos muy preocupantes: “Ha dejado de nevar, las moscas que pican han franqueado la cornisa cantábrica, el deshoje de los chopos se retrasa dos meses, se adelantan las vendimias: a más calor, más azúcar y más alcohol en el vino; la lengua azul, endémica de Marruecos ya se ha extendido por España y Portugal y ahora toda la cabaña ovina peninsular tiene que vacunarse”. Callado cree que es necesaria “una interlocución directa de las áreas geográficas con los poderes públicos”.

El área geográfica objeto de estudio, no obstante, “tiene una alta capacidad de autodepuración”, ha afirmado Javier Callado: “la geografía es nuestra aliada”, a diferencia de las zonas más secas “que necesitan de nuestra capacidad de autodepuración”.

Hábitos cotidianos

Por su parte el arquitecto, docente y presidente de RIONOR João Ortega piensa que es necesario cambiar los hábitos individuales diarios: “hay que vencer la pereza y no dejarlo todo al Estado. El Estado somos cada uno de nosotros; hay que renunciar a cosas superfluas”. Ortega coincide en que “nuestra geografía es favorable” y en que “otras zonas precisan de nuestro territorio para el equilibrio del planeta”. Para el arquitecto “la sostenibilidad es ocupación territorio dentro de la capacidad de autodepuración del mismo”.

Poblamiento y proximidad

Javier Callado cree que la sobrepoblación en las periferias, debida a la emigración desde los interiores, es una de las causas de la emergencia climática en tales áreas y, por tanto, es partidario de revertir ese fenómeno: “Atraer población de las zonas más candentes a las de alta capacidad de autodepuración”. Esto se apoya en el hecho de que el área de estudio –el entorno de la ‘Raya Húmeda’ y la llamada ‘franja céltica’- es una de las más despobladas de Europa.

Joao Ortega, por su parte, estima que hay que poner el acento en las prácticas agrarias y en las relaciones de proximidad: “No soy partidario de la Concentración Parcelaria, sino de la ‘concertación’ parcelaria; es necesario recuperar prácticas ancestrales de la zona y reinterpretarlas al presente: el minifundio no es un problema, sino una oportunidad”.

Ambos ponentes se han mostrado de acuerdo en que otro factor para combatir el cambio climático son las relaciones de proximidad y la economía circular: trabajar y consumir de la proximidad. Una proximidad que, según han expuesto, tendría las siguientes medidas espaciales y temporales: área de 100 kilómetros (50 a la redonda) y una hora de desplazamiento de punta a punta.

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