Un estudio realizado por las Universidades Nova de Lisboa (Portugal), Granada (España) y Lille (Francia), y por el Instituto Español de Salud Carlos III, ha decidido analizar los efectos que el nuevo confinamiento ha tenido en las familias. Con todos en casa, padres en teletrabajo y niños en las clases virtuales, las familias han comenzado a sentir los efectos mentales de esta situación. La mayoría de los encuestados ha indicado mayores niveles de estrés, no sólo por el trabajo, sino también por las tareas escolares y el apoyo que los hijos necesitan.
El 64% de las familias encuestadas han visto como en los últimos meses sus niveles de estrés han aumentado. La evolución emocional negativa en Portugal es del 33%, y en España del 20%.
De esta encuesta online, en la que han participado 3.900 hogares, especialmente de clase media, la investigadora María Dolores Martín-Lagos ha expuesto a la Agencia EFE que la madre tiene el papel de liderazgo, tanto en la atención educativa de los niños como en el trabajo del hogar. Los padres trabajan más fuera de casa.
Otra de las preocupaciones planteadas es el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos. Se espera que la escuela online continúe en Portugal, pero un grupo de expertos ha firmado una carta abierta pidiendo al Gobierno que abra las escuelas, comenzando por la educación primaria; de forma gradual, pero lo más rápido posible para no aumentar la brecha entre las clases sociales.
La APAV (Asociación Portuguesa de Apoyo a la Víctima) ha recordado que el confinamiento ha propiciado que se hayan cometido diferentes crímenes por internet. En 2020, 587 personas llamaron a esta asociación para pedir ayuda.
