Después de celebrar el 25 de abril (Revolución de los Claveles) en Lisboa, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llega este martes a Madrid e inicia su agenda con un Encuentro Empresarial España – Brasil que tendrá lugar por la tarde en Casa de América, organizado por la Cámara de Comercio de España junto con el ICEX y la CEOE. Por parte del Gobierno, acudirá la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez Hernández, y de la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez Bértolo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibirá el miércoles 26 por la mañana en el Palacio de la Moncloa al presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, donde se firmarán cuatro acuerdos sobre educación superior, seguridad social, cooperación laboral e investigación científica. Ambos dirigentes políticos se conocen desde hace años. Pedro Sánchez siempre apostó por Lula, incluso en sus horas bajas estando en prisión, y también posteriormente durante la campaña electoral brasileña. Lula ha mantenido buenas relaciones con políticos de derecha, como Aznar, e izquierda españoles (Rodríguez Zapatero, Felipe González, Pablo Iglesias o Yolanda Díaz), así como con grandes empresarios, banqueros y sindicalistas. Vox es el único partido que rechaza su visita.
La prioridad del Gobierno español -en relación a Brasil e Iberoamérica- es conseguir la firma del acuerdo comercial entre Mercosur y la UE durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. De entrada, el Gobierno español y la UE quiere garantizar la presencia de Lula en la Cumbre UE-CELAC de este julio. Por ello, ambos Gobiernos no quieren que las diferencias metodológicas sobre cómo poner fin a la guerra en Ucrania entorpezcan dicha negociación y el relanzamiento de las relaciones bilaterales. En el pasado, las relaciones culturales, académicas y diplomáticas eran muy fuertes. El reto de ambos Gobiernos es reconstruirlas de una forma creativa y adaptada a la nueva coyuntura geopolítica.
Posteriormente, el mismo miércoles 26, los reyes ofrecerán en el Palacio Real un almuerzo al presidente Lula, su delegación y representantes de la cooperación hispanobrasileña. Es conocida la buena relación de Lula con la familia real española. Felipe VI cuida especialmente las relaciones con la Iberofonía.
