Portugal ha dado un paso importante en la modernización de su infraestructura ferroviaria con el inicio del proyecto de la Línea de Alta Velocidad entre Oporto y Lisboa. «Infraestruturas de Portugal», el gestor ferroviario del país ha lanzado el concurso público internacional para la construcción del primer tramo de 72 kilómetros entre Oporto y Oiã (Aveiro).
Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 1.900 millones de euros, será financiado (en parte) con 729 millones de euros del Mecanismo «Conectar Europa». La Unión Europea exige que las propuestas para estos fondos se envíen antes del 30 de enero, y la propuesta de Portugal incluye una asociación público-privada para la concesión, construcción, mantenimiento y financiamiento de la línea durante los próximos 30 años.
El trazado propuesto ha generado controversia, ya que provocará la demolición de un centenar de viviendas, y ha suscitado protestas sociales y vecinales. Además, durante la misma sesión de aprobación, ha salido adelante una moción para atender a las necesidades de las poblaciones y municipios afectados.
El primer tramo de la línea, que unirá Lisboa y Oporto y se extenderá hasta Galicia, incluye la reforma de la estación intermodal de Campanhã, un nuevo puente sobre el río Duero y una estación en Gaia con enlace al metro. Se espera que este tramo esté en servicio antes de 2029, permitiendo reducir los tiempos de viaje entre ambas ciudades a 120 minutos. La segunda fase del proyecto, que se prolongará hasta Carregado, cerca de Lisboa, está en proceso de elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y la adjudicación de las obras se espera para después del verano de 2024. La línea de Oporto a Vigo, sin embargo, avanza a un ritmo más lento, con solo el 10% del trazado en marcha.