06/06/2025

12 de junio: 40 años de la entrada iberista a la UE

Comparte el artículo:

El 12 de junio de 1985 España y Portugal firmaron el Tratado de adhesión, a lo que entonces eran las Comunidades Europeas, con un doble acto en Lisboa y Madrid. En un mismo día, las cúpulas de ambos Gobiernos y Estados viajaron entre ambas capitales, en un puente aéreo que simbolizó la incorporación de Iberia a la futura UE y el fin de la Raya en tanto que frontera dura.

Los protagonistas del 12 de junio fueron los siguientes: El Monasterio de los Jerónimos de Lisboa y el Palacio Real de Madrid, como sedes de un acontecimiento histórico que tuvo una cobertura innovadora e integral por RTP y TVE. Felipe González y Mário Soares, como jefes de los Ejecutivos. Fernando Morán y Jaime Gama, como ministros de Exteriores. Y, finalmente, los jefes de Estado, Ramalho Eanes, iberista en la intimidad, y Juan Carlos I, lusófilo y lusófono.

Tras una década después del retorno de África, en ese 12 de junio, Portugal dejó de mirar sólo al océano. En parte se había ido tan lejos por miedo al iberismo y para contrarrestar a España, dado que no podía expandirse dentro de la Península, por eso la frontera quedó, en lo fundamental, fija. Desengañados, ni Don Sebastián iba a volver y fundar el Quinto Imperio, ni tampoco iba a resurgir el corto verano de la Revolución socialista. Europa, para entonces, no era algo tan ajeno a Portugal, por la fuerte presencia migratoria. Así que, dadas las circunstancias, la República portuguesa tuvo que coger el toro peninsular por los cuernos y reconocer la hermandad.

De este modo, Portugal superó las expresiones más radicales de su recelo histórico por esa tierra intermedia que separa la Raya de los Pirineos y empezó a ver su lado mediterráneo y las ventajas del comercio peninsular y europeo. Apostaba, ahora, por un continentalismo compatible con el atlantismo, también compartido por España. Pocos años después Portugal desarrollaría su atlantismo sur con su pertenencia a la Comunidad Iberoamericana y la CPLP.

Mário Soares, que se interesó por el iberismo al final de su vida, dijo lo siguiente en el discurso del 12 de Junio: “E permitam-me que aproveite este momento solene para saudar a Espanha, país irmão, aqui representado pelo presidente Felipe González e por outros queridos amigos, no dia em que connosco inicia uma nova e decisiva fase da sua tão longa e riquíssima história. Espanha e Portugal têm seguido destinos quase sempre paralelos, que algumas vezes por forma fugaz se cruzaram, mas com muito mais frequência se desconheceram e se ignoraram. Com a entrada simultânea na CEE, abre-se-nos uma nova fase de cooperação bilateral alargada, baseada no respeito mútuo, na igualdade, na solidariedade de interesses e na reciprocidade de vantagens. Essa é a vontade política dos dois Estados, que a entrada simultânea na Comunidade Europeia vem, não só realçar, como mesmo facilitar”.

Independientemente del balance que hagamos de la Unión Europea, el 12 de junio fue un día histórico para el iberismo, porque buena parte de su programa se realizó, aunque fuera en nombre de una unidad más amplia. Ahora lo importante es reforzar y preservar. Sobre la superposición de lo europeo a lo ibérico, hay que decir que siempre han existido ejes dentro de la UE, no necesariamente excluyentes. Uno de esos ejes es el ibérico. El eje ibérico es un eje constructivo en términos de cooperación reforzada y garantía de conservación de los niveles de integración. Un paradigma de buenas prácticas.

En la jornada del 12 de junio de 1985, el iberismo, además de flotar en el ambiente, estuvo representado por un iberista confeso como Fernando Morán. Morán llevó a cabo con éxito la dura negociación en paralelo entre España y Portugal para acceder conjuntamente a la Unión Europea, lo que significaba establecer una unión ibérica comercial. Según Morán entonces faltó “acabar de coordinar posiciones entre nosotros [los ibéricos]”. Hoy sí que podemos afirmar que se ha podido alcanzar esa posición cooperativa antes de las reuniones europeas. Recientemente, el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, ha afirmado que España y Portugal son “los más integrados en la Unión Europea”. “Más que socios estratégicos, somos socios sistémicos, por lo que tenemos que seguir fomentando estos lazos”.

La constancia es la clave del fomento de esos lazos. No obstante, hay días especiales que merecen celebraciones especiales. El 12 de junio es uno de los varios días del iberismo que existen. Un buen día para regalar el nuevo libro de EL TRAPEZIO: Ocho objetivos para fortalecer la Alianza Ibérica.

Pablo González Velasco