Dos incendios registrados desde este fin de semana en el noreste de Portugal han sido dados por controlados por la Autoridad Nacional de Emergencias y Protección Civil lusa sin que hayan afectado a ninguna vivienda. En concreto, el incendio registrado desde la noche del sábado en la zona de Braganza, en el parque natural de Montesinho, cerca de la frontera con Zamora (España), ha entrado en fase de “resolución”, categoría elegida cuando ya no existe riesgo de propagación.
Lo combaten actualmente 261 agentes y 92 vehículos. Por otra parte, las autoridades trabajan en acabar con los rescoldos del fuego declarado el sábado en el área de Vimioso, que llegó a saltar a Zamora durante el fin de semana. Con 150 operativos, 50 vehículos y 2 medios aéreos combatiéndolo, el incendio entró recientemente en fase de “conclusión”, que es cuando ya se considera extinto y está en observación.
En la parte española el incendio, que ha consumido cerca de 50 hectáreas de arbolado, está “totalmente perimetrado” y a lo largo de este lunes han continuado los trabajos en tierra y las descargas aéreas de agua para enfriar la zona del fuego y evitar que se reproduzca, según ha indicado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio del Gobierno autonómico, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Este incendio ha quemado unas mil hectáreas en el país luso, según el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de la Junta de Castilla y León.
La fuente de Protección Civil portuguesa no ha precisado cuándo acabarán las labores de combate, y mostró su preocupación por la previsión meteorológica, que incluye una subida de temperaturas en los próximos días que podría dificultar las tareas. El viernes, la Protección Civil de Portugal lanzó un aviso de riesgo “muy alto a máximo” de incendio forestal por el clima “caliente y seco” y señaló que hay peligro en zonas del interior, tanto en el norte como en el centro del país, así como Algarve en el sur.
