El avance (y las deudas) de los derechos de las mujeres en Iberoamérica: del voto al aborto legal

Un repaso a los hitos y las asignaturas pendientes en la región en materia de derechos femeninos. ¿Cuánto hemos avanzado en la legalización del aborto y en el reconocimiento del voto femenino?

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El rol de la mujer ha sido clave para el progreso social en el mundo. Iberoamérica, una región con mucha riqueza cultural compartida, ha sido también el escenario de grandes mujeres que aportaron a la historia. Sin embargo, no es ajena a las persistentes brechas de género que todavía persisten a nivel global. 

Para lograr hacer de la región un ejemplo de equidad es necesario avanzar hacia una transformación en materia de derechos, representación política y mayor visibilización de los problemas que afectan a las niñas y todas las mujeres en situación de vulnerabilidad.  

El aborto es permitido en solo 7 de 22 países 

Una de las luchas que se viene persiguiendo en gran parte de América del Sur es la legalización del aborto. Solo 7 de 22 países de Iberoamérica analizados para este informe permiten legalmente el aborto a petición de la mujer. El caso de Portugal particularmente es más estricto, ya que establece un límite de 10 semanas y seis días, mientras que en España el límite gestacional es de 14 semanas.

En el caso de México, la situación varía en cada estado, debido al sistema federal. A la actualidad, en 20 estados el aborto está despenalizado, mientras que en los otros 12 está prohibido con excepciones.

 

Andorra, último país de Iberoamérica en decretar el derecho a voto femenino

El derecho al voto ha sido un hito en la lucha por la igualdad de género. Sin embargo, la incorporación de las mujeres a la vida política no ha sido homogénea en la región. Andorra fue el último país de Iberoamérica en reconocer el sufragio femenino, un recordatorio de lo reciente que es este derecho en algunos territorios.

 

Conocer la evolución de estos derechos es clave para entender el panorama actual y las deudas pendientes en equidad de género. Si bien los avances son innegables, la discusión sobre la autonomía de las mujeres sigue siendo un campo de batalla en muchos países de la región. El secuestro del debate por posiciones radicalizadas impide abordar de manera efectiva las desigualdades de género y frena el progreso hacia una mayor igualdad en la región. Recuperar un diálogo constructivo es esencial para que el avance en los derechos de las mujeres sea sostenido y efectivo.