EL TRAPEZIO entrevista a Francisco Cerezo: “No podemos entender Extremadura sin pensar en Portugal”

"Aquí pensamos siempre en clave de iberismo", afirma Francisco Cerezo, conservador del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo

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“Velar por la conservación de las colecciones de arte”, este es el compromiso diario de Francisco Cerezo. En el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), de Badajoz, el técnico de arte se encarga “un poco de todo”: gestión de proyectos, relaciones internacionales y contacto con la prensa. Su trabajo le encanta por la importancia cultural que tiene no solo para Extremadura y España, sino también para Portugal y Latinoamérica.

Licenciado en Historia del Arte, el conservador del MEIAC está realizando una investigación sobre la importancia de los museos “sin-fronteras”. EL MEIAC es uno de ellos, además de ser un “centro fundamental para estudiar parte del arte contemporáneo”. Para entender esto y el iberismo que entraña la actividad del museo, EL TRAPEZIO entrevista a Cerezo.

¿Cómo surgió el MEIAC?

Tiene una trayectoria interesante. Cuando la democracia llegó a España, en 1975 – y paralelamente con lo que ha pasado en Portugal – toda la creación artística contemporánea estaba concentrada en los centros de poder y bajo también una línea oficial. Lo que se hizo entonces, con la creación del Estado de las autonomías, fue transferirse la gestión cultural para las comunidades autónomas.

Y así surgieron, en el final de los años ochenta, varios museos de arte contemporáneo por todo el país, que prácticamente no existían antes. Es el caso del MEIAC en la Extremadura, un territorio periférico y tradicionalmente aislado de las cuestiones culturales que tenía la necesidad de un centro como este.

¿A qué se debe la relación con Portugal y Latinoamérica?

Fácil. Cuando se creó, el MEIAC tuvo la buena intención de definir sus líneas programáticas, teniendo en cuenta las raíces históricas y culturales de Extremadura. Por una parte, recuperar el patrimonio artístico producido por extremeños en el siglo XX, que no estaba recopilado como tal.

Por otra parte, recuperar todo el patrimonio relacionado con Latinoamérica – pues salieron de Extremadura muchos “descubridores” de ese territorio – y también la relación con Portugal, que forma parte de la historia extremeña como tierra rayana. No podemos entender el territorio de esta Comunidad y mucho menos Badajoz, que es una ciudad fronteriza, sin pensar en Portugal.

¿De qué forma captáis a los artistas para vuestras exposiciones?

Desde el principio del proyecto, capitaneado por nuestro antiguo director que ha fallecido hace dos años, Antonio Franco, hubo siempre una lógica muy pensada. Se creó una comisión asesora de expertos, que definieron los contenidos para las primeras exposiciones, y hubo también una importante inversión de la Junta de Extremadura para recopilar esa primera colección, que llamamos Colección Fundacional.

En el caso portugués, por ejemplo, el museo ha contado con Bernardo Pinto de Almeida, importantísimo para la conservación del arte contemporáneo en Portugal, que hizo una selección de los artistas portugués más relevantes a partir de los años ochenta hasta mediados de la década de los noventa.

Desde entonces seguimos con ese trabajo, renovando siempre las colecciones con nueva arte. Y puedo afirmar orgullosamente que el MEIAC es el museo con la colección del arte contemporáneo portugués más importante fuera de Portugal.

¿Y los públicos?

Hacemos lo que cualquier museo hace: difundir sus actividades y colecciones. Desde el MEIAC, tenemos una colección muy amplia, que nunca está integralmente expuesta por razones de conservación y, obviamente, de espacio.

Por eso, seguimos divulgando nuestras exposiciones temporales, que producimos con partes de esa gran colección, y también las exposiciones permanentes a través de nuestra página web y de las redes sociales. Así fidelizamos el público [más adulto] pero también trabajamos con los colegios, porque tenemos claro que los estudiantes de hoy serán los futuros utilizadores del museo.

¿Qué importancia tiene vuestra red transfronteriza?

Para nosotros, la colaboración transfronteriza es fundamental. El MEIAC no se puede entender sin el trabajo con Portugal, así como Portugal no entiende parte significativa de su producción cultural contemporánea sin el MEIAC. Luego en 1996 tuvimos nuestro primer proyecto con Portugal, y hasta hoy tenemos más de 40 proyectos de esta colaboración específica en las producciones artísticas, pero también en la investigación.

Por convenio, colaboramos con el Museo de Arte Contemporáneo de Elvas, la Fundación Carmona y Costa, de Lisboa, y la Fundación Eugénio de Almeida, en Évora. Con esta estamos ahora preparando un nuevo convenio, para ampliar nuestra colaboración más allá de las exposiciones, y apoyamos la candidatura de la ciudad alentejana a Capital Europea de la Cultura 2027.

Esto de los convenios es muy importante para nosotros, porque son compromisos suscritos a nivel internacional que nos permiten encontrar un bien común para las dos partes. Y, al mismo tiempo, traban algunas asimetrías administrativas y políticas que, por veces, no nos permiten ser la extensión unos de los otros.

En el Día Internacional de los Museos, ¿qué actividades habéis propuesto?

Promovimos nuestras actividades corrientes. Específicas con Portugal realmente no hemos tenido ninguna, porque hemos preferido centrarnos en la celebración del Día de Portugal, el 10 de junio. La Junta de Extremadura estableció hace ya muchos años que sería interesante para la región tener este día específico para seguir estrechando los lazos con Portugal, y el museo se suma a la celebración.

Ahora mismo estamos montando un proyecto que estuvo en la Fundación Eugénio de Almeida, con comisariado de la artista portuguesa Marta de Menezes. Es una exposición colectiva con artistas internacionales relativa al tema de los ecosistemas y de la relación del ser humano con su entorno. Esto con instalaciones artísticas, muchas de ellas “vivas”. Ahí lo dejo.

¿Y qué más hacéis para profundizar la relación con Portugal?

Tenemos ya la experiencia, por exposiciones en colaboración con la Fundación Eugénio de Almeida, de visitas guiadas en portugués. ¿Por qué? Porque queremos ofrecer al público interesado – y aquí hay mucho – un espacio donde practicar su portugués y aprender nuevas palabras en el idioma.

De hecho, nuestras publicaciones, de un tiempo a esta parte, están traducidas siempre en portugués, con atención al público que puede venir del otro lado de la frontera y como un estímulo para los españoles que quieran aprender el portugués con un lenguaje más específico. Y promovemos también clubes de lectura para la gente lusófila que se reúnen mensualmente.

Para nosotros, esto es algo que ya estaba interiorizado. Ya lo estaba cuando se crea el museo, pero es verdad que, en la última década, quizás la relación es más estrecha. Cada vez sentimos más que tenemos un mismo territorio, con una frontera que es más física que emocional, y el público entiéndelo como normal. Estamos en Badajoz, no lo podemos hacer de otra manera.

¿Qué es entonces lo mejor del MEIAC?

Complicado… pero diría que se resume al equipo humano que tiene. Porque, aunque seamos todos funcionarios, hay una implicación personal con el proyecto del museo. Y no tengo ninguna duda que las actividades, las colecciones, todo el trabajo del museo, se hace gracias a este equipo humano que está totalmente implicado.

Y claro está, nuestra relación con el arte portugués, única en la museología ibérica. Aquí pensamos siempre en clave de iberismo. Para el museo, el trabajo con Portugal es una misma cosa. Además, nos situamos en la vía de comunicación natural entre Lisboa y Madrid, por eso este museo tenía que surgir. Era necesario.

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