España y la oportunidad de la Cumbre de la CPLP en Luanda

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La próxima semana se celebrará, en Luanda (Angola), la decimotercera Cumbre de la comunidad lusófona, con el lema “Fortalecer e Promover a Cooperação Económica e Empresarial em Tempos de Pandemia, em prol do Desenvolvimento Sustentável”. La Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) es una organización intergubernamental formada por países lusófonos, cuyo objetivo es el “aprofundamento da amizade mútua e da cooperação entre os seus membros”. Abarca cerca de 270 millones de personas. La CPLP fue creada en 1996 por Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tomé y Príncipe. Su sede está en el Palácio Penafiel en Lisboa. En 2002, se incorporó Timor-Leste (Timor Oriental). En 2014, el país hispanoafricano Guinea Ecuatorial se hizo membro de la CPLP. Actualmente se cumplen 25 años de la primera Cumbre.

Cinco años después de la creación de las Cumbres Iberoamericanas y pocas décadas después de las independencias en la África lusa, sorprendentemente la comunidad lusófona consiguió articularse en una organización internacional. En 2005, el sistema de Cumbres Iberoamericanas pasó a tener una Secretaría General (SEGIB). Cabe mencionar, en este punto, las aportaciones previas y las polémicas teóricas sobre geopolítica y tipos de colonización que desarrolló el antropólogo brasileño Gilberto Freyre tanto en el ámbito de la comunidad bilingüe panibérica como en torno al concepto del lusotropicalismo, que he abordado en sendos artículos académicos.

Lo esencial, en el caso de la CPLP, es que los Gobiernos ya independizados quisieron apropiarse de la lengua del colonizador y ponerla al servicio de sus propios intereses en la arena internacional. Brasil es un actor fundamental dado su tamaño territorial y demográfico, aunque lamentablemente no ha asumido sus responsabilidades en el liderazgo de la comunidad iberoamericana y lusófona. Parcialmente, en el ámbito latinoamericano, lo hizo durante los Gobiernos del PT. No obstante, actualmente no está ni se le espera en los encuentros de la SEGIB y de la CPLP. Esperemos que los hermanos brasileños consigan deshacerse de su actual gobernante en 2022. De hecho, hay quienes han llamado a Brasil para asumir, tal y como lo hace China con sus Rutas de la Seda, sus propias Rutas de las Navegaciones de la Boa Esperança, dando continuidad al Portugal histórico, dado que entre otros motivos Rio de Janeiro fue capital del Imperio portugués. Lo que me recuerda al Fado Tropical de Chico Buarque.

España está haciendo un movimiento de aproximación a la CPLP. Esperemos que la pandemia y el cambio de Gobierno no le impida estar muy atento y estar presente en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la CPLP que se celebrará en Angola en los días 16 y 17 de julio. EL TRAPEZIO informó de lo siguiente meses atrás:

-Según declaraciones de la directora general de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), Georgina Benrós de Mello, España -a través de su Embajada en Lisboa- “ha pedido ser Estado observador asociado de nuestra comunidad de países”.

-De acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Agusto Santos Silva, la colaboración entre los países iberoamericanos puede prosperar con España en la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) como miembro asociado.

-En una entrevista para La Voz de Galicia, el embajador de Portugal en España, João Mira Gomes, afirmó que “el proceso para la adhesión de España como país observador está bien encaminado”.

Portugal va a estar representado, en la Cumbre de Luanda, por el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, el primer ministro, António Costa, y el ministro de Exteriores, Augusto Santos Silva. Se espera la presencia de la OEI y la SEGIB, en la perspectiva de alcanzar acuerdos con la CPLP. España no debe perder la oportunidad de iniciar una agenda global lusófona e iberófona.

 

Pablo González Velasco

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