España y Portugal piden aplicar la excepción ibérica al almacenamiento de gas

"La península ibérica es un ejemplo de una región en la que la infraestructura de GNL da suficientes garantías con respecto a seguridad de suministro", defienden los dos socios

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España y Portugal han pedido este miércoles que se tengan en cuenta las características específicas de la península ibérica en las negociaciones sobre la normativa europea de almacenamiento de gas, que busca asegurar el suministro de este combustible fósil en el bloque a partir del próximo invierno al mismo tiempo que se reduce la dependencia de Rusia. En un documento conjunto, ambos gobiernos señalan que «el texto final del reglamento sobre almacenamiento de gas debe reconocer las características específicas» y las «circunstancias distintivas» de la península ibérica.

Madrid y Lisboa estrechan aún más si cabe los lazos de ambos países en materia energética justo un día después de alcanzar un «acuerdo político» con la Comisión Europea que les permitirá poner un límite al precio del gas en el mercado mayorista de la electricidad que reducirá la cuantía de las facturas de la luz de hogares y empresas. En primer lugar, recuerdan que las siete infraestructuras de gas natural licuado (GNL) que operan en la península aglutinan el 38% de la capacidad de regasificación y el 50% de la capacidad de almacenamiento del bloque, por lo que el reglamento debe tener en cuenta el «papel prominente» de este hidrocarburo.

«La península ibérica es un ejemplo de una región en la que la infraestructura de GNL da suficientes garantías con respecto a seguridad de suministro», defienden los dos socios. También subrayan la «elevada diversificación de fuentes de suministro», dado que en 2021 España y Portugal recibieron gas natural licuado de catorce y cuatro «orígenes diferentes», respectivamente, lo que aporta «flexibilidad» en caso de «disrupciones» en gaseocuctos o almacenes subterráneos.

Otro punto que resaltan Madrid y Lisboa, como ya hicieran en la negociación sobre el precio del gas, es el bajo nivel de interconexión con el resto del continente, puesto que los dos gaseoductos que conectan con Francia aportan hasta el 14% del consumo de gas de los dos países ibéricos. Del mismo modo, argumentan que la «baja capacidad de almacenamiento subterráneo y retirada de gas» puede provocar, que mantener reservas que superen el 80% del total (como prevé el borrador legislativo) no sea «accesible» y resulte en unos ‘stocks’ «innecesarios y costosos».

Remarcan asimisimo que los países del sur tienen una demanda que varía entre verano e invierno mucho menos que en los países del norte de la UE y que demuestra la «irrelevancia» de que se exijan unos niveles mínimos de almacenamiento de gas durante el invierno. La normativa, todavía en fase de negociación en el seno del Parlamento Europeo y entre los Estados miembros, busca asegurar que la UE tenga los 160 almacenes de gas en territorio comunitario al 80% al inicio de cada invierno para garantizar el suministro en plena crisis con Rusia a causa de la guerra en Ucrania.

En este contexto, España y Portugal remarcan que no pueden apoyar «enfoques alternativos» que en los que las obligaciones de llenado de las reservas o las obligaciones para mantener un volumen determinado de gas se establezcan «como referencia a un porcentaje de demanda nacional de gas». «Estas opciones ni incrementarán el nivel de seguridad de suministro de gas en la península ibérica ni reconocen el papel del GNL, provocando una carga injusta sobre los consumidores ibéricos en el contexto de los elevados precios energéticos», argumentan.

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