Zaragoza se prepara para celebrar durante doce meses su título de Capital Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible

El presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, Rafael Ansón, y la vicealcaldesa de la ciudad, Sara Fernández, han presentado los objetivos que marcarán la programación

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Zaragoza ultima su programación y actividades para celebrar, a partir de junio de 2022 y hasta el año que viene, su título de Capital Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible, una designación de marca que otorga en exclusiva la Academia Iberoamericana de Gastronomía, a través de la cual se reconoce la excelencia gastronómica como ejemplo de cultura. Así lo han presentado en su puesta de largo, la vicealcaldesa y consejera de Cultura y Proyección Exterior, Sara Fernández, y el presidente de la AIBG, Rafael Ansón.

“Es un gran honor y responsabilidad acoger en Zaragoza un título de estas características, que ahonda en la gastronomía, desde el ámbito de la sostenibilidad, como vehículo de transformación, riqueza y conexión sociocultural entre regiones y países”, ha asegurado Fernández. Los objetivos de esta Capitalidad, ha apuntado la vicealcaldesa, pasan por “la atracción de visitantes a la ciudad, la organización de actividades gastronómicas, de ocio y culturales, la puesta en valor de la gastronomía local, la visibilidad de los productos de proximidad y kilómetro cero, la mitigación del impacto de la huella de carbono, y la formación del sector”.

Ansón ha recordado que “la sostenibilidad se ha plateado en un momento en el que todos los países reconocen la importancia de la transición ecológica como mandato europeo. En ese sentido, la Academia Iberoamericana de Gastronomía ha considerado absolutamente oportuno elegir un escenario que ponga de relieve que la gastronomía, la producción agroalimentaria y la industria deben ir de la mano de la sostenibilidad. Y Zaragoza lleva mucho tiempo haciendo un esfuerzo en esta línea”.

A lo largo de la Capitalidad se llevará a cabo una programación, que se está ultimando desde Zaragoza Turismo junto a los patrocinadores y colaboradores, con más de 40 contenidos originales en los espacios más exclusivos de la ciudad durante doce meses. Algunas de las acciones serán la creación de embajadores de marca de la ciudad o del sello AIBG de la gastronomía sostenible para los establecimientos participantes; la optimización de desperdicio alimentario; la puesta en valor de un recetario tradicional y su calendario de productos de temporada de la huerta zaragozana; o la innovación a través de un mapa iberoamericano de la gastronomía zaragozana sostenible. También se apostará por la formación del sector hostelero de la capital en cuestiones como la medición de huella de carbono de la gastronomía y acciones de compensación de la misma, o en acciones formativas relativas a los productos de proximidad y kilómetro cero.

La calle también tendrá su protagonismo con intervenciones artísticas, dinámicas y exposiciones en el Parque Grande o la instalación de tótems informativos. A todo ello se sumarán cenas clandestinas con gastronomía goyesca, ferias y festivales especializados, rutas y promoción de cócteles y tapas, etc. Toda la actividad se basa en la colaboración y proyección de los distintos sectores implicados en la gastronomía sostenible, desde la producción alimentaria a la industria, pasando por la distribución, el comercio, la hostelería y la restauración. El objetivo es crear marca gastronómica de la ciudad como destino “sabroso, saludable y sostenible”.

IDENTIDAD CORPORATIVA

La presentación realizada por Fernández y Ansón ha servido también para presentar, como ya se hiciera el FITUR, de la imagen corporativa y el logo de la Capitalidad Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible, que se basa en las formas orgánicas e irregulares de la naturaleza. La “Z” principal está dotada de personalidad propia como elemento diferenciador representativo y los tonos utilizados son verdes y terrosos, y en ella se incluyen de manera abstracta algunos íconos directamente relacionados a la gastronomía zaragozana y su sostenibilidad.

El logo se inspira así en el tallo de la borraja, que se caracteriza por ser muy carnoso y estar recubierto de pequeños pelos o cerdas. Este hecho conduce también a la idea de una segunda piel, una segunda capa, al igual que la disposición de una cebolla. Jugando con estas características se le dio profundidad a la letra con una doble línea. El corte al final de la línea diagonal de la letra simula la hendidura que se produce en las hojas, para ofrecer un acabado más perceptible y evidente. La base de dicha letra simula la presencia de una cuchara de puchero gracias a su disposición en horizontal.

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