El Centro Cultural de Belém (CCB), creado durante la primera Presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea, ha sido el lugar escogido para el concierto inaugural del cuarto liderazgo luso. Después de los Gobiernos de Cavaco Silva, António Guterres y José Sócrates, António Costa asume el testigo europeo, durante el primer semestre de 2021, con el objetivo de superar las fragilidades económicas, después de la crisis de la Covid-19.
Tras de la reunión entre António Costa y Charles Michel, donde ha sido anunciada la autorización para la vacuna da Moderna, el asunto principal ha sido el escenario de una de las principales salas de espectáculos del país. Entre el público asistente hubo varios miembros del Gobierno. Transmitido en directo por la RTP, la Orquesta Sinfónica Portuguesa ha dado el pistoletazo de salida de un vasto programa cultural, que va a durar seis meses, de cine, teatro y artes plásticas. El objetivo es mostrar la cultura portuguesa a los restantes compañeros europeos.
Bajo la dirección de Joana Carneiro (la primera portuguesa a dirigir una orquestra), la música clásica ha caminado durante una hora al lado del fado. Las luces se apagaron, el silencio imperó y el fado ha sido oído. En representación de la música patrimonio de la humanidad, Sara Correia, Carminho, Ana Moura, Camané y la guitarrista Marta Pereira da Costa han cantado algunos de los temas más conocidos del repertorio luso. Los momentos más vibrantes del espectáculo han sido los homenajes realizados a Carlos de Carmo (que fue uno de los grandes impulsores del fado) y al centenario de Amália Rodrigues.
