Hace 150 años que no existen cambios en el ferrocarril lusitano, pero el nuevo Plan Ferroviario Nacional, que utilizará parte de los fondos del Plan de Recuperación y Rescate, pretende dar una nueva y larga vida a este medio de transporte. Pedro Nuno Santos, ministro de Infraestructuras, considera que «si queremos ser un país del siglo XXI, tenemos que tener una red ferroviaria del siglo XXI». Durante los 35 años en los que Portugal ha formado parte de la Unión Europea se han cerrado 1.000 kilómetros de red ferroviaria.
Este plan, que ya ha sido presentado por el Gobierno portugués, pero que no tendrá luz verde del Ejecutivo y del Parlamento hasta dentro de un año, quiere abarcar a todas las ciudades (capitales de distrito o no) con más de 20.000 habitantes. El primer tramo de línea férrea en Portugal fue creado en 1856, conectando Lisboa con Carregado, y en 1863 llegó a la frontera con España.
La accesibilidad y movilidad entre ciudades, que ayudaría a combatir la despoblación del interior, es uno de los principales objetivos de un plan que ve al tren como un medio de desarrollo de la economía. Para ello, quieren crear vías férreas hasta en los puertos marítimos, así como reforzar las conexiones con España, lo que sería beneficioso, no sólo para el transporte de pasajeros, sino que ayudaría en la comercialización de productos. Pedro Nuno Santos ha afirmado, incluso, durante esta presentación, que no existe «medio de transporte con más respeto por el medio ambiente que el tren», y que sueña con reducir el exceso de coches y camiones de las carreteras.
Una de las ideas presentadas por el grupo responsable de la creación del Plan Ferroviario Nacional es una línea entre Aveiro y Mangualde, con posible prolongación hasta Vilar Formoso, para que Viseu vuelva a tener trenes. Esta idea permitiría que quien parte de Oporto o de Braga pueda llegar a Madrid a través de Salamanca, sin pasar por Lisboa. También forma parte de este plan la primera fase de la nueva conexión entre Lisboa y Oporto y Oporto-Vigo.
