El PSD quiere saber la posición del Gobierno luso sobre la minería española en la frontera

La oposición de derechas pregunta si el asunto será discutido en la Cumbre Ibérica

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Un grupo de diputados del PSD quiere saber la posición del Gobierno portugués sobre la minería en la frontera cercana de Bragança, y si el asunto será llevado a la Cumbre Ibérica prevista para octubre. Los diputados Adão Silva, Isabel Lopes, Luis Leite Ramos y José Silvano han presentado las cuestiones por escrito, ante la Asamblea de la República, dirigidas al ministerio de Medio Ambiente, tras la oposición de alcaldes y asociaciones al proyecto español.

El proyecto ha estado en discusión pública hasta el 21 de agosto. Tiene como objetivo la explotación a cielo abierto de estaño y wolframio de la mina Valtreixal de Sanabria, en Calabor, Pedralba de la Pradería, a cinco kilómetros del municipio de Bragança. La promotora, «Valtreixal Resources Spain», perteneciente a un grupo canadiense del sector, apunta a la creación de 200 puestos de trabajo directos y 400 indirectos, con una inversión de 35 millones de euros para reactivar la explotación de wolframio y estaño, inactivo desde la década de 1970.

La proximidad de la infraestructura a zonas protegidas, como la sierra de la Culebra del lado español y el Parque Natural de Montesinho, en Portugal, o la aldea comunitaria de Río de Onor, forma parte de los argumentos de los críticos; en particular, de los socialdemócratas. Los diputados del PSD han señalado que «se trata de una zona de gran patrimonio natural y alta biodiversidad», y que el estudio de impacto ambiental (EIA) «señala diversos impactos negativos para la vegetación y fauna autóctonas, mediante la destrucción del hábitat de varias especies y la construcción de una línea de alta tensión».

«También son fuente de preocupación el ruido, la deriva de polvo y el hecho de que la mina esté prevista para la cuenca hidrográfica del Duero, donde se prevé la contaminación de aguas subterráneas y superficiales como los ríos Pepim (ya con serios problemas provenientes de la mina de wolfram de Portelo, ya desactivada) e Iglesias, afluentes del río Sabor, que desemboca en el río Duero», han agregado.

Los parlamentarios del PSD señalan que «toda esta área es también de extrema importancia para la economía de la región en el aspecto del turismo de ocio y ambiental, contando con múltiples unidades de apoyo a esa actividad que potencian la economía de las comunidades locales, también mediante el consumo de productos locales de alta calidad y valor gastronómico, debidos precisamente a la calidad medioambiental del entorno».

Argumentan, además, que «fue precisamente en este año “Covid-19”, que esta región ha registrado un mayor reconocimiento de su potencial turístico y ambiental, a través de la gran solicitud que ha tenido por parte de las muchas familias de diversas procedencias que la seleccionaron para descanso y disfrute». «El nordeste transmontano es un reducto de lo mejor que aún existe a nivel natural y ambiental en Portugal. Es un valor seguro del presente y del futuro que, por desgracia, cada vez más regiones del país ya no pueden reclamar», subrayan.

Los diputados quieren saber cuál es la posición del Gobierno portugués al respecto y, dado que en octubre se celebrará la Cumbre Ibérica en la ciudad de Guarda, si este tema figura en el orden del día.

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