La prórroga del blindaje fronterizo, «un nuevo revés» para La Raya

Los pueblos rayanos esperaban que el 14 de febrero fuera la última jornada de cierre de fronteras

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La prórroga del blindaje de la Raya, la frontera hispano-lusa, hasta el próximo 1 de marzo anunciada este martes constituye «un nuevo revés» para la economía local, coinciden empresarios y políticos de la zona consultados por Efe. «Cuanto más tiempo esté cerrada, más salen perjudicadas las pequeñas y medianas empresas de la zona», ha asegurado Manuel Gomes, alcalde de Vilar Formoso, localidad portuguesa fronteriza con la española Fuentes de Oñoro.

El Gobierno portugués ha decidido blindar su frontera -el Ejecutivo de António Costa rechaza hablar de cierre- el pasado 31 de enero para frenar el avance de la pandemia en su territorio. La medida, inicialmente prevista hasta el 14 de febrero, se ampliará al 1 de marzo, tal como ha anunciado el Gobierno español.

El paso a través de los 1.200 kilómetros de La Raya se limita a ocho cruces vigilados y se autoriza únicamente a trabajadores transfronterizos, mercancías y ciudadanos autorizados. «Cuanto más tiempo pase, más difícil será luego vivir en esta zona», ha lamentado el alcalde de Vilar Formoso en declaraciones a Efe.

También Susana Pérez Hernández, teniente de alcalde del municipio salmantino de Fuentes de Oñoro, ha considerado que es «un revés para los negocios». A la hora de controlar el virus, «la medida de cerrar la frontera no sirve de mucho», ha apuntado. Al igual que ya han manifestado empresarios de las localidades rayanas, Pérez ha considerado que los Gobiernos de España y Portugal «deberían permitir que los habitantes de los municipios fronterizos puedan cruzar la frontera», porque son imprescindibles sus relaciones diarias. Son un «mismo pueblo» y «necesitamos ayudarnos los unos a los otros», ha sostenido.

Tras el anuncio del pasado 31 de enero, alcaldes de municipios fronterizos de ambos países, sobre todo del norte de la Península, pidieron una reunión urgente con el Gobierno portugués y, de momento, no han recibido respuesta. Es el caso de António Machado, alcalde de Almeida, concejo luso que limita con la provincia española de Salamanca, que ha pedido al Gobierno portugués, sin éxito, la apertura inmediata del tránsito en el paso Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro.

Laboratorio Ibérico afectado por el cierre

El blindaje de las fronteras también ha golpeado a organismos internacionales, como el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL), con sede en Braga (Portugal), al que acuden a diario decenas de investigadores españoles procedentes de Galicia. Los científicos españoles, aunque por su condición de trabajadores transfronterizos sí pueden desplazarse, han optado por teletrabajar ante las colas kilométricas que se forman a diario en el paso Tui-Valença, el más transitado de La Raya y la mayor puerta de salida de las mercancías portuguesas hacia Europa, han explicado fuentes de la institución.

Los pasos habilitados son Valença-Tuy, Chaves-Verín, Bragança-Quintanilla, Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro, Marvão-Valencia de Alcántara, Elvas-Badajoz, Vila Verde de Ficalho-Rosal de la Frontera y Castro Marim-Ayamonte. Empresarios y políticos han denunciado que los trabajadores transfronterizos deben aguantar atascos kilométricos o recorrer a diario cientos de kilómetros para cruzar la frontera porque los pasos secundarios han sido cerrados.

La ampliación del cierre ha caído como un mazazo para la economía de los pueblos fronterizos, que esperaban que el 14 de febrero fuera la última jornada con las fronteras blindadas.