La violencia de género: uno de los mayores dramas del siglo XXI

La cuarentena ha hecho que se hayan activado las alarmas por el peligro domiciliario al que están expuestas muchas mujeres

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31 mujeres han muerto, hasta la fecha, por violencia doméstica en Portugal durante el año 2020. En los últimos 15 años, estas cifras en tierras lusitanas han ascendido a más de 500, demostrando que la violencia de género es uno de los principales males del siglo XXI. Un drama que sigue afectando a la vida de muchas personas, incluso en plena segunda ola de la pandemia. Para el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, la covid-19 ha evidenciado el escaso apoyo que reciben las víctimas de este tipo de violencia.

En el último año, la violencia doméstica ha sido el delito más frecuente. Según la Red Nacional de Apoyo a las Víctimas de la Violencia Doméstica, se han presentado una media de 4.100 denuncias cada mes; mujeres, la mayoría de las cuales, son conocidas por las autoridades, y a menudo terminan en los medios de comunicación (muerte de la víctima). En un intento de reducir estas cifras, la campaña #YoSobreviví «#EuSobrevivi» trae declaraciones de supervivientes, y pide a amigos y compañeros de trabajo que informen de estos casos a las autoridades.

¡Denunciar es obligación de todos!

El confinamiento ha provocado que se pase más tiempo en casa; en muchos casos, junto al agresor, lo que hace que la denuncia sea más difícil. Ello ha obligado a que haya que recurrir a medidas más ingeniosas para que las víctimas puedan contar sus historias. En la legislación portuguesa, y en caso de que las situaciones de violencia se produzcan en la vía pública, los testigos tienen la obligación de denunciar estos hecho a la policía, ya que sino estarían incurriendo en un delito de complicidad.

El primer ministro, António Costa, ha utilizado la red social Twitter para pedir que se actúe y se denuncie, porque «la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica son crímenes públicos y responsabilidad de todos». El punto de partida de esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Presidencia de la República, ha iluminado el Palacio de Belém con tonos anaranjados para dar una mayor visibilidad a este «problema global, con consecuencias en las vidas de millones de mujeres». El Convenio nº 190 pide que cada país adopte las medidas necesarias para poner fin a este drama.

En España, en el día de la violencia contra las mujeres, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha emitido una declaración donde, visiblemente emocionada, ha pedido una mayor unión para que haya una mayor igualdad entre los dos géneros. Durante la Cumbre hispanoitaliana también se ha condenado esta lacra.

El Gobierno español ha fortalecido la coordinación entre los servicios de Salud, Justicia y las fuerzas policiales. Uno de los principales apoyos de las víctimas ha sido una línea de teléfono que, comparado con el año anterior, ha recibido el doble de llamadas. Según una encuesta realizada por el Ejecutivo del PSOE, seis de cada diez españolas han sido víctimas de violencia machista.

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