España y Portugal han dado un nuevo paso en su cooperación cultural al reforzar el trabajo conjunto en torno a dos cuevas clave del arte rupestre europeo, situadas a ambos lados de la frontera entre Extremadura y el Alentejo. Representantes de patrimonio de la administración extremeña y de diversas instituciones portuguesas se han reunido en la Gruta do Escoural para coordinar posiciones y avanzar en un expediente común que aspira a que estos enclaves sean reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
La Cueva de Maltravieso, en Cáceres, y la Gruta do Escoural, en Montemor-o-Novo, son referencia para entender las primeras manifestaciones de la humanidad en el suroeste peninsular, con pinturas y grabados de más de 60.000 años de antigüedad atribuidos a poblaciones neandertales. Su candidatura conjunta integra investigación científica, conservación y divulgación, siguiendo la estela de otros casos de éxito transfronterizos en arte rupestre como el conjunto Valle del Côa–Siega Verde, ya inscrito en la lista de la Unesco como bien compartido entre ambos países.
El objetivo de las administraciones y equipos científicos es que esta alianza no se limite al reconocimiento internacional, sino que consolide una red estable de colaboración ibérica en torno al arte paleolítico; con protocolos comunes de gestión, proyectos de investigación conjuntos, formación de especialistas y creación de itinerarios culturales que conecten ambos lados de la Raya.


